Grandes objetivos de desarrollo nuevos de la ONU sin aborto ni homosexuales

By Stefano Gennarini, J.D. | August 5, 2015

NUEVA YORK, 1 de agosto (C-Fam) El acuerdo más esperado e integral de la ONU relacionado con la política social desde la década del noventa no abre ninguna frontera nueva para asuntos relativos al aborto y la homosexualidad.

Los países llegaron a un acuerdo aclamado como «histórico» o «sin precedentes» el sábado al anochecer en la sede de la ONU. Pero no se apartó de otros previos que dejaron el aborto en manos de la legislación nacional, y, como se esperaba, no menciona el tema de los derechos para las personas LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transgénero).

Cuando los moderadores (los embajadores de Kenia e Irlanda) dieron por alcanzado el acuerdo con un golpe de martillo, el alivio y la satisfacción fueron evidentes en la atestada sala. Los países necesitaron 48 horas más de negociaciones ininterrumpidas, sin traductores y a menudo sin aire acondicionado para llegar a un acuerdo tras haber vencido el plazo el viernes.

El Embajador de Kenia, Macharia Kamau, fue colmado de elogios y será recordado como su principal arquitecto.

Presidió múltiples rondas de negociaciones durante los últimos tres años para conseguir el consenso antes de septiembre, cuando se lo adoptará en lo que se prevé que será la mayor reunión de jefes de Estado de la historia. Aunque se autocalificó de agnóstico al tratarse de políticas sociales polémicas, ha dado indicios de que al menos comprende la importancia de proteger a los niños por nacer.

La emoción embargó a Kamau al cerrar las negociaciones. Con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, relató cómo el Papa Francisco «continuamente nos animó» en las últimas semanas. Dijo que eso era signo de que «algo muy especial estaba ocurriendo aquí». 

Rompió en sollozos al dedicar el acuerdo a su amigo, el embajador Roble Olhaye, de Yibuti, Decano del Cuerpo Diplomático, quien falleció la semana pasada mientras las negociaciones estaban en curso.

«Transformar nuestro mundo: programa de desarrollo sostenible 2030», como se titula el acuerdo, tiene por eje los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que abarcan una amplia variedad de asuntos que van desde la salud y la educación hasta el cambio climático y el desarrollo económico. Incluye 17 objetivos universales aplicables a todos los países.

Los objetivos se acordaron el año pasado y se resolvió toda polémica sobre el aborto con la mención de acuerdos previos sin abrirse ningún camino nuevo ni establecerse derecho alguno en cuanto al aborto.

Al igual que el aborto, los derechos LGBT fueron siempre un tema secundario, menor, en las negociaciones en su conjunto, aunque importante para varias delegaciones. Durante la aprobación solo unos pocos gobiernos manifestaron reservas y optaron por presentarlas cuando el acuerdo sea comunicado formalmente a la Asamblea General.

El embajador brasileño Guilherme de Aguiar Patriota se quejó de que su delegación quería «un lenguaje más progresivo» en materia de derechos humanos, que incluyera los derechos «LGBTI, sea o no que se definan completamente estos grupos», añadió aludiendo al hecho de que el acuerdo no dice nada de los derechos para las personas LGBT e intersexuales.

Era la segunda vez que tomaba la palabra para quejarse de que los derechos LGBT no figuraban en el acuerdo.

A comienzos de semana había reclamado que las referencias a la palabra «género» en el documento habían sido cambiadas por «sexo» cuando refería a información para supervisar la implementación del acuerdo en diferentes sectores de la sociedad. En ese momento dijo que era el único lugar en el que se incluía la «discriminación basada en la sexualidad».

En realidad, el documento fue depurado aún más para excluir todo lo que fuera posible los términos que son usados por la burocracia de la ONU para incluir los derechos LGBT.

Se eliminó una referencia a las «grupos sociales» en el texto final aprobado. Y se precisó una mención a «otras condiciones» en una lista de categorías de no discriminación a fin de excluir cualquier derecho especial nuevo para las personas LGBT.

El documento final estuvo en proceso durante tres años y consta aproximadamente de 30 páginas. Consolidó múltiples acuerdos. Los detalles del marco de implementación todavía restan por resolverse.

El embajador Usman Sarki, de Nigeria, quien denunció abiertamente cualquier intento de imposición de los derechos LGBT en su país y exigió que el proyecto de acuerdo fuera «limpiado» durante las negociaciones de esta semana, también denunció que hay intentos de que se interprete el aborto y los derechos LGB en el acuerdo mediante iniciativas de implementación que ya están en curso.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano