La OMS insta a la Telemedicina y a los abortos caseros durante la pandemia de COVID

By Rebecca Oas, Ph.D. | June 19, 2020

WASHINGTON, D.C. 19 de junio (C-Fam) La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado sus directrices sobre los servicios médicos esenciales que han de prestarse durante la pandemia de COVID-19, incluyendo explícitamente el aborto en toda la extensión permitida por la ley.  También ha alentado la ampliación de la distribución de medicamentos abortivos por vía remota o telemédica y el incremento de las existencias de medicamentos para “satisfacer el aumento previsto de la necesidad” de abortar durante la crisis.

Esta guía provisional, publicada el 1 de junio, actualiza y amplía la versión anterior del 25 de marzo.  Si bien el documento anterior calificaba a los “servicios relacionados con la salud reproductiva, incluida la atención durante el embarazo y el parto” como una categoría de “alta prioridad”, no mencionaba explícitamente el aborto.

La nueva guía, que es más de cuatro veces más extensa, sitúa la salud de las madres y la de los recién nacidos en una sección completamente separada de la relativa a los “servicios de salud sexual y reproductiva”, que incluye el aborto, la anticoncepción y la terapia hormonal para la “atención de género”.

Si bien las orientaciones de la OMS incluyen la advertencia de que los abortos deben estar disponibles “en toda la extensión de la ley”, también insta a los países a que “consideren la posibilidad de reducir las barreras que podrían retrasar la atención”. Esto parece entrar en conflicto con la ley de EE.UU. que prohíbe a los beneficiarios de subvenciones hacer presión a favor del aborto.

La guía también alienta a pasar de los procedimientos quirúrgicos a “métodos médicos no invasivos” utilizando la telemedicina y “enfoques de autogestión” cuando sea posible, reduciendo así el número de visitas a las instalaciones.

Algunos países, entre ellos Inglaterra y Francia, ya han seguido esta recomendación, mientras que otras naciones europeas y varios estados de los Estados Unidos han clasificado el aborto entre los procedimientos médicos no esenciales que se dejaron en suspenso durante el punto álgido del brote de COVID-19.

La OMS también ofrece recomendaciones relativas a la “transición hacia el restablecimiento de las actividades”, a medida que se vayan reduciendo los bloqueos nacionales.  Insta a los países a “revisar periódicamente las existencias” de suministros para abortos para evitar que se agoten cuando se reanuden los servicios normales y a “considerar la posibilidad de ampliar los mecanismos de la telemedicina para suministrar medicamentos en contextos en los que se haya demostrado su eficacia”.

Los defensores del aborto expresan su esperanza de que medidas temporales como las promulgadas en Francia e Inglaterra continúen en el mundo posterior al COVID y sirvan de ejemplo a otros países.

Leah Hoctor, Directora europea del Centro de Derechos Reproductivos, declaró al New York Times que acogía con agrado la oportunidad de normalizar los abortos autoadministrados en casa: “El hecho de que estas leyes y políticas se hayan modificado rápidamente para responder a la pandemia demuestra que es posible modernizar las leyes sobre el aborto de los países europeos”.

Sin embargo, otros países siguen manteniendo su postura provida.  Malta, una de las pocas naciones europeas que cuenta con fuertes protecciones legales provida, ha sido elogiada por el director regional de la OMS por su reacción en materia de salud pública frente al COVID-19, quien la calificó como “un país a seguir”.

Los defensores del aborto en Malta se han quejado de que, a pesar de este elogio, el país “no sigue las directrices de la OMS en materia de SDS [salud y derechos sexuales y reproductivos]”, en concreto, en lo relativo al aborto.  A pesar de la presión de las organizaciones internacionales, incluido el Parlamento Europeo, y de una campaña de la sociedad civil dirigida por el Centro de Derechos Reproductivos, el gobierno maltés no ha utilizado la pandemia para justificar cambios en sus leyes sobre el aborto.

No obstante, el alto prestigio de la OMS anima aún más a quienes tratan de crear un derecho internacional a abortar.  La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia resumió su respuesta a la nueva orientación de la OMS en varios Tweets repetidos: “Los servicios de Recursos Humanos, incluyendo el aborto, son ESENCIALES”.