Seis mil personas asistirán a una conferencia feminista anual la semana próxima

By Samantha Singson

     (NUEVA YORK – C-FAM)  Se estima que la próxima semana seis mil personas se agolparán en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, para asistir a la sesión anual de la Comisión sobre la Condición de la Mujer. Anticipándose a la reunión, los grupos feministas radicales han elaborado declaraciones y mensajes dirigidos a las delegaciones gubernamentales, para presionarlas durante el encuentro.

     Este año, la sesión revestirá particular importancia, ya que señala el decimoquinto aniversario de la Conferencia de Beijing sobre la Mujer. En 1995, las feministas intentaron establecer un «derecho» de aborto libre, lo cual fracasó cuando los gobiernos declararon explícitamente que ningún nuevo derecho quedaba establecido –en particular, ningún nuevo «derecho» al aborto- en Beijing. No obstante, desde entonces, los proponentes del aborto no han dado el brazo a torcer en sus intentos de promover este «derecho» en la Comisión sobre la Condición de la Mujer y en las revisiones periódicas de la conferencia de Beijing.

     Mientras los gobiernos se den cita en la sala de reuniones para analizar lo realizado en pos del progreso de las mujeres del mundo, las organizaciones no gubernamentales llevarán a cabo sus propias reuniones para impulsar sus ideas. Según un funcionario de la División para el Adelanto de la Mujer, aproximadamente seis mil representantes de ONG se han inscripto este año para asistir a la reunión de la Comisión.   

     No es de sorprender que una parte de estas reuniones paralelas tengan por eje los «derechos sexuales y reproductivos», el «acceso a los servicios de salud reproductiva» y el aborto. Mientras que se negó a la mayoría de los grupos pro-vida la posibilidad de organizar eventos bajo el pretexto de la «falta de lugar», se concedieron espacios a muchos e importantes grupos que apoyan el aborto, como Ipas, la Federación Internacional de Planificación de la Familia y el Centro de Derechos Reproductivos.

     En conjunción con sus reuniones paralelas, las ONG están haciendo circular documentos entre partidarios del aborto para que sean entregados a las delegaciones. Catholics for Choice (CFC) –agrupación conocida en Latinoamérica como Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) – está haciendo circular una declaración conjunta a la vez que busca conseguir el apoyo de otras organizaciones que figuran en la lista de correos electrónicos para las ONG de la Comisión. La declaración de la CFC hace un llamamiento a «todos los cristianos» para que se plieguen en contra de las estrictas leyes pro-vida de Nicaragua y El Salvador, mediante el eslogan «Jesús jamás condenó el aborto terapéutico». La CFC demanda que «en Nicaragua se restituya inmediatamente el aborto terapéutico y que en El Salvador se reestablezca la legislación que garantiza el aborto terapéutico, ético y eugenésico».

     En declaraciones escritas que fueron elaboradas por diversas ONG y distribuidas en el sitio oficial de Internet de la Comisión sobre la Condición de la Mujer, una coalición de agrupaciones a favor del derecho al aborto solicita que «los gobiernos, las organizaciones multilaterales, los organismos donantes y las asociaciones civiles incorporen derechos reproductivos absolutos, que incluyan el acceso a abortos legales seguros, en su defensa de los derechos de la mujer».

     Sumado a la presión ejercida por los activistas de las organizaciones no gubernamentales, el tema del aborto suscita un acalorado debate entre los Estados Miembros reunidos en la Comisión. El año pasado, las negociaciones concluyeron cuando Noruega y la Unión Europea insistieron sobre el uso de términos referidos a la «salud sexual y reproductiva». Los delegados se recluyeron a puertas cerradas, sesionaron a altas horas de la noche para debatir acerca del uso de términos controvertidos e intentaron introducir un nuevo lenguaje ambiguo que había sido rechazado.

     La Comisión sobre la Condición de la Mujer sesionará en la sede neoyorquina de la ONU entre el 1 y el 12 de marzo.   

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano