Activistas LGBT preguntan a la ONU: ¿Cuándo comenzará nuestra historia de amor?

By Stefano Gennarini, J.D.

NUEVA YORK, 18 de octubre (C-FAM) Activistas homosexuales y funcionarios de la ONU se reunieron para hacer un balance de sus fracasos en las Naciones Unidas el miércoles.

Panelistas de organismos de la ONU y agrupaciones homosexuales hablaron de los obstáculos para hacer que la homosexualidad sea reconocida pese a grandes esfuerzos en pos de la inclusión social en la política de la ONU. La reunión «Derechos LGBT y la ONU: ¿Cuándo comenzará la historia de amor?» fue auspiciado por delegados juveniles de la misión alemana ante la ONU.

«No estoy segura si amor es la palabra adecuada», dijo Susanna Fried del Programa de la ONU para el Desarrollo. Fried dijo que abordar la homosexualidad dentro de la asistencia al desarrollo es más fácil porque no depende de negociaciones de la ONU sino de la evidencia.

«La evidencia es muy política», afirmó. Los estados deben enfrentar los índices en alza del VIH entre los homosexuales tanto en los países desarrollados como en aquellos en desarrollo. Fried participó en un informe de la Comisión Global de VIH y Derecho que recomienda despenalizar el trabajo sexual y bajar la edad consentimiento para hacer frente al VIH y al Sida. Bajar el límite legal de edad es vital para acceder a los productos de salud reproductiva, afirmó.

«La historia de amor no puede empezar hasta que vayamos más allá del derecho a no recibir una paliza», dijo Marianne Moltmann de Human Rights Campaign. Activistas como ella quieren que la homosexualidad sea aprobada y apoyada oficialmente por las Naciones Unidas, no solo tolerada.

«Hay malestar con la sexualidad de los niños», dijo Moltmann, lo cual limita una conversación más franca sobre sexualidad e identidad de género. Mientras que el derecho internacional reconoce el derecho de los padres a orientar la educación y la instrucción religiosa de los hijos, ella sostuvo que eso no debería primar sobre el mejor interés del niño.

Graeme Reid, de Human Rights Watch, quien se autodefinió como académico y activista, dijo que las leyes rusas para proteger a los niños de la sexualización temprana y de los riesgos a la salud que conlleva son «cínicas» y un síntoma de «profunda homofobia».

Definir la orientación sexual y la identidad de género es un problema, admitieron los panelistas. ¿Deberían centrarse en la inclusión social o en los derechos legales? Un relato más amplio de la inclusión social está en tensión con los intentos de establecer categorías legales para los homosexuales, según Kendall Thomas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, quien moderó el panel.

Aditya Shankar, defensora de los «derechos queer» de la India, dijo que categorías como LGBT (lesbiana, gay, bisexual y transgénero) suelen ser inadecuadas porque «la fluidez es innata a la naturaleza humana». Para la comunidad queer ser encasillado en una categoría es irónico porque «el punto está en ser contranormativo».

Shankar atribuyó la falta de inclusión social en la India al «discurso heteronormativo» de los medios. Esto no es siempre el caso, sostuvo, y señaló la existencia de antiguos templos con imágenes de la homosexualidad y pasajes homosexuales en el Kama Sutra.

Finalmente, los panelistas coincidieron con Reid en que si bien las leyes y las categorías son «instrumentos rotundos», son los que quieren.

Solo un tercio (68 países) de la Asamblea General de la ONU ha refrendado públicamente una agenda homosexual. La última actuación en el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra fue en 2011, cuando se emitió un informe de la secretaría en medio de la polémica.

Los activistas han pasado por alto a los estados miembros de la ONU para hacer que se reconozca la homosexualidad y se valieron de la burocracia de la ONU dirigida por el Secretario Ban Ki-moon para emitir opiniones personales a su favor.