Abortistas exageran participación en «caso difícil» en Chile
NUEVA YORK, 26 de julio (C-FAM) Una víctima de violación de 11 años ha invertido de modo inesperado los papeles para el lobby proaborto internacional, que buscaba utilizar su grave situación para derogar las leyes provida de Chile.
La niña, conocida como Belén, ha quedado embarazada después de varios años de abusos sexuales por parte del novio de su madre, que la amenazaba para que no dijera nada. A diferencia de otros «casos difíciles» en que los grupos abortistas hablan en nombre de víctimas ocultas, Belén llevó su caso a los medios. Disputó la declaración de su madre de que se había tratado de sexo consentido, y afirmó que quiere a su bebé al decir:
«La voy a querer mucho aunque sea de ese hombre que me hizo daño.»
Aún así, los abortistas siguen usándola como grito de guerra. Amnistía Internacional, que se unió a una campaña de «litigio estratégico» con otros grupos para explotar las violaciones y embarazos complicados para revocar leyes provida en América Latina, respondió al caso de Belén afirmando que criminalizar el aborto «constituye una violación de leyes internacionales en derechos humanos». Yendo más allá del caso difícil de las violaciones, Amnistía Internacional dijo a Chile que «debía cumplir con sus obligaciones internacionales […] que incluyen la opción por un aborto seguro, accesible y legal».
El caso saltó en medio de las elecciones presidenciales en el país. Cuando la historia de Belén llegó a los medios a principios de julio, de inmediato se preguntó a los candidatos si creían que debería tener acceso a un aborto. Michelle Bachelet, que se postula para el cargo que ocupara, como presidente de Chile, después de trabajar como directora del principal organismo de promoción de la mujer en la ONU, dijo a una estación de radio que “la opción de un aborto terapéutico, en este caso por una violación, sería la adecuada”. Bachelet promovió la liberalización del aborto mientras estuvo en la ONU, argumentando que mejora la salud materna.
De hecho, Chile tiene antecedentes excelentes en salud materna, precedido solo por Canadá en el continente. Domingo Carbone, de Siempre por la Vida, señaló en una entrevista para Al Jazeera que «incluso en los Estados Unidos mueren más mujeres debido a los embarazos». El epidemiólogo Elard Koch informó el año pasado que la reducción en la mortalidad materna del país estaba relacionada con un aumento en el acceso a la educación de las mujeres. Chile logró estas mejoras sin legalizar el aborto.
La campaña de litigio estratégico ha influenciado a algunos juristas y expertos en derechos humanos latinoamericanos, pero el intento de crear un derecho internacional al aborto no tuvo éxito. En respuesta a los abortistas que afirman que existe tal derecho, se publicaron los Artículos de San José, que demuestran que «no existe un derecho al aborto bajo el derecho internacional, ni como obligación resultante de un tratado ni bajo el derecho internacional consuetudinario». El documento tiene por objeto ayudar a los líderes de países como Chile a proteger sus leyes provida.
El actual presidente de Chile, Sebastián Piñera, respondió a la situación de Belén: «En nuestro país, la vida de las madres está siempre en primer lugar.» Piñera declaró que «vamos a saber proteger la vida de Belén con todos los instrumentos que nos da la ciencia médica y con todo el cuidado que le está prestando el sistema público de salud».
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