Activistas combaten el «estigma» del aborto con capacitación encubierta

By N/A

NUEVA YORK, 5 de abril (C-FAM) Frustrados ante la persistencia del oprobio ligado al aborto, activistas internacionales a favor de la práctica emplean métodos encubiertos para reclutar y capacitar a abortistas mientras los científicos intentan desacreditar el derecho de los profesionales de la salud a poner objeciones por motivos de conciencia.

«El estigma del aborto se ve afectado tanto por las iniciativas legislativas que establecen la condición humana del feto y tiempos límites de gestación, como por los discursos que influyen sobre los valores culturales», escribe la dra. Allison Norris y sus colegas en un artículo publicado en Women’s Health Issues. «Al presentar el feto como persona y el aborto como asesinato, las fuerzas antiabortistas sostienen que las mujeres o los profesionales (o ambos) deberían considerarse asesinos».

Una de las consecuencias de la visión negativa del aborto imperante es la escasez de médicos dispuestos a efectuarlos. Provide Access, agrupación abortista con sede en Estados Unidos, lamenta el hecho de que haya una «gran falta de capacitación en aborto para médicos y enfermeras»; sin embargo, el American Congress of Obstetricians and Gynecologists informa que cuando se ofrece instrucción al respecto en facultades de medicina, «la participación es escasa».  

A fin de eludir esta ambivalencia o el rechazo rotundo del aborto por parte de los alumnos de medicina, Provide Access ofrece sesiones de capacitación para «ayudar a los estudiantes a desarrollar el pensamiento crítico, la inteligencia emocional y la sensibilidad cultural». Se usan talleres sobre «gestión del aborto espontáneo» para cubrir la capacitación en aborto de hecho utilizando un aparato médico que succiona el bebé para sacarlo del seno materno. «¿Qué aspecto tiene el éxito para una organización de acceso al aborto que trabaja en un hospital católico?», alardea el sitio web de Provide Access: «Una clase de residentes de medicina familiar usando aspiradores manuales al vacío para evacuar el “útero” de una papaya». En el adiestramiento se usa una papaya para simular un útero.

Ipas, fundada en la década del 70 para promover el uso de esos aspiradores en todo el mundo, encabeza las iniciativas internacionales para que las herramientas y la  capacitación en aborto lleguen a médicos y demás agentes de salud. Tras reconocer que muchas culturas ven el aborto de forma negativa, Ipas desarrolló actividades de «esclarecimiento de valores» para modificar las actitudes de las personas hacia el aborto. Según el material de capacitación, «a diferencia del abordaje tradicional del esclarecimiento de valores, que no postula ningún conjunto universal de valores preferidos, el kit de herramientas… de Ipas [fue] diseñado con un objetivo: mover a los participantes hacia el apoyo, la aceptación y la defensa de la atención integral en aborto, el cuidado de la salud sexual y reproductiva y los derechos relacionados».

Para los defensores del aborto, la batalla no termina con convencer a los proveedores de salud para que los realicen: también están trabajando para limitar su libertad de decisión. Norris y sus colegas postulan que «la objeción de conciencia por motivos religiosos, al cuestionar la moralidad del aborto, puede originar tanto a la falta de oportunidades de capacitación como que los pasantes se nieguen a recibir instrucción, intensificando aún más el estigma del aborto».

Para quienes ejercen presión con el propósito de conseguir el acceso a dicha práctica, hay un área en la que la protección de conciencia debería permitirse. En la revista médica The New England Journal of Medicine, la dra. Lisa Harris escribe: «El hecho continuo de que no se reconozca la provisión del aborto como “concienzuda” dio lugar a leyes que no protegen a los profesionales de la salud que se ven obligados por su conciencia a brindar servicios de aborto», y definió a las leyes que lo limitan como una violación de los derechos de conciencia de los proveedores.

Harris añade: «el que la provisión de aborto sea o no “concienzuda” depende de qué es la conciencia».

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano