EE.UU. y la UE condicionan la ayuda alimentaria al sometimiento a la agenda LGTB

By Stefano Gennarini, J.D. | October 21, 2022

ROMA, 21 de octubre (C-Fam) Los países conservadores bloquearon un acuerdo de la ONU sobre un conjunto de directrices internacionales en materia de ideología de género y seguridad alimentaria, ya que incluía la homosexualidad y la transexualidad.

El organismo de la ONU encargado de coordinar los esfuerzos mundiales para ayudar a los países más necesitados a hacer frente a la escasez de alimentos tuvo que posponer un acuerdo debido a la insistencia de Estados Unidos y la Unión Europea en promocionar la homosexualidad y la transexualidad en el tratado. Se opusieron, entre otros, Indonesia, China, la Federación Rusa, Sudán, Camerún, Malasia y la Santa Sede.

El gobierno de Biden y la Unión Europea prometieron que solo aceptarían un acuerdo que incluyera términos como “formas múltiples e intersectoriales de discriminación”, “mujeres en toda su diversidad” y “salud y derechos sexuales y reproductivos”.

Aunque no se refieran explícitamente a cuestiones homosexuales y transexuales, las agencias occidentales y los programas de la ONU definen estos términos como la exigencia de una programación que promueva y acepte la homosexualidad y la transexualidad.

Los países occidentales contaron con el respaldo de la oficina de derechos humanos de la ONU. En una maniobra poco habitual, la oficina de derechos humanos de la ONU presentó una intervención por escrito en la que afirmaba que las cuestiones de homosexualidad y transexualidad habían sido resueltas y aceptadas en las resoluciones de la Asamblea General. Sin embargo, la Asamblea General de la ONU nunca ha aceptado esos términos.

“En las negociaciones, hubo confusión sobre el contenido del principio de no discriminación”, reza la declaración de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. “La Asamblea General de la ONU, en su resolución 67/168, reconoció la orientación sexual y la identidad de género como motivos prohibidos de discriminación”, continúa.

La declaración no hace referencia a los más de 50 países que se han opuesto sistemáticamente al lenguaje tendencioso y sectario de esa resolución y a los 58 países que votaron en contra de la inclusión de la “orientación sexual y la identidad de género” en una resolución de la Asamblea General sobre las elecciones del pasado diciembre. Cada vez que se negocian estos términos, causan revuelo entre las delegaciones de la ONU y no se puede decir que estén resueltos. Lejos de ello, se encuentran entre los más polémicos en los debates de la ONU.

La declaración iba más allá, pidiendo a los gobiernos que se sometieran a los expertos en derechos humanos de la ONU.

“La Oficina desea destacar que los órganos de tratados de derechos humanos de la ONU han estado interpretando el principio de no discriminación e igualdad como si incluyera la discriminación basada en la orientación sexual, la identidad de género y la condición de intersexualidad”, dijo, refiriéndose a las opiniones no vinculantes de los expertos de la ONU como si tuvieran autoridad o fueran vinculantes para los Estados.

Los tratados de derechos humanos de la ONU no hacen referencia a la “orientación sexual e identidad de género”. Los expertos en derechos humanos de la ONU sostienen que estas nociones deben aceptarse, no obstante, como categorías de derechos humanos junto a categorías de no discriminación ampliamente aceptadas, como la raza, el sexo y la religión.

Michael Fakhri, relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, presente en Roma, insistió en que los países deben acatar las opiniones no vinculantes de los expertos de la ONU.

El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial acordó continuar las negociaciones sobre las “Directrices voluntarias sobre la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en el contexto de la seguridad alimentaria y la nutrición” en los próximos meses, con la esperanza de alcanzar un acuerdo en la próxima sesión del comité en 2023.