El Secretario General de la ONU anuncia un nuevo equipo de «superhéroes» para apoyar los ODM

By Samantha Singson

     NUEVA YORK, 16 de julio (C-FAM)  Durante meses, la comunidad internacional ha estado preparando la cumbre de revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), a celebrarse en septiembre. Como parte de los preparativos, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, anunció recientemente la conformación de un equipo de apoyo de los ODM compuesto por políticos y filántropos destacados, quienes «generarán voluntad política y movilizarán la acción por los ocho Objetivos». La lista, que incluye a renombrados partidarios del control de la población y a militantes abortistas, es motivo de preocupación.
 
     En su anuncio, Ban Ki-Moon elogió al equipo y lo calificó como «un grupo de superhéroes en la lucha contra la pobreza». Los superhéroes son dirigidos conjuntamente por el presidente Paul Kagame, de Ruanda, y el Primer Ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero. Entre los miembros del grupo, a quienes les fueron asignados determinados objetivos de desarrollo, se encuentran la ex presidente de Chile, Michelle Bachelet, el filántropo multimillonario Bill Gates, el magnate de la televisión por cable, Ted Turner, y el profesor de la Universidad de Columbia Jeffrey Sachs.  

     Las agrupaciones feministas consideran que la reunión de septiembre es una oportunidad para promocionar el aborto como parte del ODM 5 («mejorar la salud materna») y algunas han expresado consternación ante la conformación del nuevo grupo de apoyo. Un comentario ingresado recientemente en el sitio RH Reality Check, fundado por Ted Turner, condena la «burda ironía» de que la misma semana en que la ONU anunciara la creación de una nueva agencia para la mujer hubiera desigualdad de género en este grupo de alto nivel de la ONU.

     A pesar de que Bachelet fue convocada, las feministas radicales están disgustadas porque no  se le encomendó el objetivo sobre salud materna. El nombramiento de Bachelet también preocupa a los pro-vida, quienes señalan que fue ella quien promocionó el acceso a la abortiva «píldora del día después», además de apoyar los esfuerzos regionales para ampliar el acceso a los «servicios de salud reproductiva», a pesar de las leyes chilenas pro-vida. Se rumorea que Bachelet es la favorita para dirigir la nueva agencia de la ONU, UN Women.

     Otras elecciones de Ban Ki-Moon inquietan a los pro-vida, dadas sus posturas acerca del aborto y los programas de control de la población. Zapatero, uno de los «capitanes» del equipo, fue objeto de duras críticas por parte de millones de españoles a causa del impulso que su gobierno socialista dio a la liberalización de las leyes de aborto, la legalización del matrimonio homosexual y la supresión de la educación religiosa de los planes de estudios escolares. Sachs, quien encabeza del Proyecto del Milenio de la ONU, ejerció presión con avidez al relacionar la «salud sexual y reproductiva» y los «derechos reproductivos» a cada uno de los Objetivos del Milenio.

     Ted Turner, quien donó más de mil millones de dólares estadounidenses a programas de la ONU, es conocido por haber exigido que se aplique a nivel mundial la política de un niño por familia, como la que rige en China, donde se practican abortos y esterilizaciones forzosos. Bill Gates, cuya fundación ha donado millones a la financiación de proveedores de aborto como la Federación Internacional de Planificación de la Familia, también está entre quienes apoyan los programas de reducción de la población.

     Según informes publicados el año pasado, Gates participó de una cumbre secreta de multimillonarios en mayo de 2009, a la cual asistió Ted Turner. Con Gates a la cabeza, el grupo decidió centrarse en la superpoblación y «surgió el consenso por el que respaldarían una estrategia en la cual el crecimiento de la población sería abordado como una desastrosa amenaza medioambiental, social e industrial».

     Zapatero oficiará como anfitrión en la primera reunión del Grupo de Apoyo de los ODM este mes, en Madrid.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano

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