El sistema de Derechos Humanos de la ONU se convierte en cámara de resonancia proaborto

By Rebecca Oas, Ph.D. | December 3, 2014

NUEVA YORK, 28 de noviembre (C-Fam). Llegado el turno de que los países evaluaran la trayectoria de El Salvador en cuanto a derechos humanos, hubo doce que criticaron sus protecciones jurídicas a los niños no nacidos y lo apremiaron para permitir el aborto legal.

El Examen Periódico Universal (EPU) es un proceso por el que los países se llaman a rendir cuentas de las promesas hechas al firmar tratados de derechos humanos. Sin embargo, ningún tratado de la ONU establece o reconoce un derecho al aborto.

Según un nuevo análisis, hay un aumento repentino de presión por parte de un grupo de países que imponen controvertidas interpretaciones de acuerdos de derechos humanos sobre países cuyas leyes protegen a sus ciudadanos más jóvenes. Al igual que los comités de la ONU encargados de vigilar la aplicación de los tratados que habitualmente malinterpretan las obligaciones de los países, el nuevo sistema del EPU, ya en su segundo ciclo, es cada vez más hostil a los países cuyas leyes protegen a los niños no nacidos y definen que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.

A mediados de este año, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) publicó un informe en colaboración con la Iniciativa por los Derechos Sexuales (SRI, por sus siglas en inglés), que recoge las recomendaciones que cada país hizo durante el primer ciclo del EPU, que fue de 2008 a 2011. De todos los temas que se incluyeron bajo el título «salud y derechos sexuales y reproductivos», 37 eran relativos al aborto (aunque ninguno abordaba los abortos forzados o de selección en función del sexo) y 232 trataban la discriminación por orientación sexual, otro tema que va más allá del alcance de los tratados internacionales de derechos humanos.

No todas las recomendaciones fueron bien recibidas. De las treinta recomendaciones de eliminar restricciones al aborto, solo cuatro fueron aceptadas, tres recibieron respuestas ambiguas y 23 fueron rechazadas en su totalidad.

En el segundo ciclo del EPU, que va de 2012 a 2016, las recomendaciones relativas al aborto aumentaron un 155%; cifra que se espera que siga en aumento hacia la conclusión del ciclo. En ambos ciclos, casi el 60% de las recomendaciones requieren cambios a la legislación sobre el aborto y la mayoría de las restantes piden una mayor consideración de cambios a la legislación y la expansión de la disponibilidad del aborto legal. (Ver gráfico.)

En teoría, el EPU es universal, pero hay claras tendencias regionales. El 92% de la presión proaborto proviene de Europa y el 74% se dirige a países latinoamericanos como El Salvador y Nicaragua, que en el último ciclo del EPU recibieron más de diez recomendaciones al respecto. La fuente de presión más persistente es la región nórdica, donde cinco países han dado el 36% de las recomendaciones europeas proaborto. Noruega por sí sola ha dado el 13%. (Ver gráfico.)

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) también pueden utilizar el sistema del EPU, presentando informes en calidad de «otras partes interesadas». La Iniciativa por los Derechos Sexuales (SRI), una coalición con sede en Europa que busca utilizar el EPU para promover el aborto y las causas LGBT, anunció un acuerdo reciente con las ONG de siete países para los cuales se aproxima el EPU. Uno de los acuerdos, que tiene a Bolivia por objetivo, es con Ipas, una organización cuyo único fin es promover el aborto.

Muchas de las ONG que presentan informes para el EPU tienen sede en naciones provida, pero reciben fondos de Europa y otros países con más recursos. Friday Fax informó de una iniciativa de Dinamarca y los Países Bajos para promover a los grupos a favor del aborto y de los derechos sexuales en los países en desarrollo. De este modo, los gobiernos de los países del norte de Europa usan la plataforma que el EPU proporciona tanto a los gobiernos como a la sociedad civil para hacer más ruido en esta cámara de resonancia proaborto.

Aún está por verse cómo resistirá el concepto de derechos humanos el ser cooptado por los países con más recursos que intentan imponer una visión sexualmente «progresiva» de la realidad.

Traducción: Adela Ezcurra