Encuesta de la UE no logra demostrar incremento de violencia contra homosexuales

By Stefano Gennarini, J.D.

NUEVA YORK, 12 de julio (C-FAM) Los legisladores europeos enfrentan un dilema tras una encuesta sobre discriminación y violencia contra homosexuales en Europa.

Se la está promocionando como «el estudio más amplio e integral jamás realizado» sobre la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género. Supuestamente, alrededor de 93.000 respuestas pertenecen a individuos que se identificaron como LGBT. Los especialistas dicen que la investigación no solo presenta importantes errores metodológicos, sino que tampoco muestra un problema de envergadura alguna.

Gallup llevó a cabo la encuesta en representación de la agencia European Union, que recoge y analiza información sobre derechos fundamentales en Europa. Se la está presentando a los legisladores como prueba de la discriminación y la violencia generalizada que padecen las personas que se identifican como lesbianas, gais, bisexuales o transgénero (LGBT).

Los activistas homosexuales aseguran que la violencia y la discriminación de la que este grupo es objeto constituye una epidemia de inmensas proporciones en todo el mundo. Con frecuencia, se critican estas demandas debido a falta de información. La encuesta de la UE es un intento de llenar ese vacío.

Pero esta investigación no ofrece a los legisladores europeos una línea de acción clara.

Gallup llevó a cabo la encuesta en línea, en colaboración con la rama europea de una polémica agrupación prohomosexual subvencionada por la Unión Europea: la International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans and Intersex Association (ILGA-Europa). Participaron de ella personas que se identifican como LGBT, y el tiempo promedio para completarla fue de treinta minutos, lo cual supuso que solo responderían individuos autoelegidos y comprometidos.

El destacado periódico austriaco Die Presse detectó los terribles errores de publicar una encuesta en Internet y de confiar en que agrupaciones de activistas apuntarían las respuestas. Teóricamente, es «posible que todos los cuestionarios hayan sido completados por un solo activista con un programa informático bien escrito», explica el artículo.

El parte de Gallup sobre la encuesta afirma: «No es posible confirmar en qué medida la muestra obtenida en la encuesta [de la Fundamental Rights Agency] se corresponde con las verdaderas características de la población LGBT».

Aparte de los cuestionamientos en torno a la metodología empleada y a una posible parcialidad, los resultados de la investigación no dan la imagen de una discriminación desenfrenada en Europa como para instar al accionar urgente de los legisladores.

Un experto en derecho indica que, considerada en contexto, no parece que la violencia contra las personas LGBT esté extendida, incluso si se supone que dichos ataques ocurrieron el año pasado. Uno de cada cuatro encuestados (23.000) manifestó haber sufrido ataques debido a su orientación sexual o identidad de género. Al considerar la parte de las ofensas alegadas que corresponde a Alemania, J.C. von Krempach llega a la conclusión de que aproximadamente 3.680 de los 570.000 delitos violentos denunciados fueron motivados por prejuicios contra los individuos LGBT.

La encuesta tampoco ayuda a los legisladores de la UE porque no identifica un problema de solución concreta. La gran mayoría de los países europeos cuenta con leyes que ofrecen protecciones especiales para individuos que se identifican como LGBT y reconocen las uniones civiles entre personas del mismo sexo o les permiten contraer matrimonio.

Pese a dichas garantías, la encuesta descubre que muchas de las personas que respondieron sienten que son discriminadas, y más de la mitad de los encuestados afirma haber temido identificarse públicamente como LGBT en la escuela o en el trabajo.

Los resultados de la encuesta se presentaron el La Haya el 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia y de la Transfobia, en una conferencia auspiciada por el gobierno de los Países Bajos.

 

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano