Estados Unidos bajo presión por Derechos Humanos

By Terrence McKeegan, J.D.

GINEBRA, 11 de noviembre (C-FAM) La semana pasada, un panel de la ONU criticó severamente la política de derechos humanos de los Estados Unidos, cuando una enorme delegación de ese país viajó hasta aquí para ser sometida a recriminaciones.

Los 35 delegados estadounidenses soportaron la saña de un examen periódico en el que los Estados Miembros de la ONU examinan a fondo los antecedentes de derechos humanos de un país.

El procedimiento dio como resultado no menos de 228 recomendaciones para la política estadounidense, muchas de las cuales instan al país a ratificar una gran cantidad de controvertidos tratados y declaraciones. Otras solicitan a los Estados Unidos que retire las reservas de los tratados ratificados por el país.

La delegación estadounidense garantizó que se mantenía «fuertemente comprometida» a ratificar el tratado de la CEDAW y un tratado sobre discapacidad. No obstante, indicó que dicho procedimiento requería la aprobación de dos tercios del Senado de los Estados Unidos.

En un documento normativo presentado al panel examinador, C-FAM expuso que la cuestión de derechos humanos más seria que enfrentan los Estados Unidos radica en la violación sistemática del derecho a la vida de los niños en gestación. Excepto una alusión de la postura de C-FAM en un resumen para el examen, prácticamente se hizo caso omiso del tema del aborto en el informe final del grupo de trabajo.

De hecho, prácticamente la única referencia al aborto en el informe final fue la mención de los esfuerzos de Noruega por disminuir las limitaciones a la práctica. Este país demandó la eliminación de las restricciones indiscriminadas al aborto en la asistencia médica brindada a mujeres y niñas que fueron violadas y quedaron embarazadas en el contexto de un conflicto armado.

El énfasis puesto por la administración de los Estados Unidos en la promoción de los «derechos» homosexuales a nivel internacional atrajo considerablemente la atención durante el examen.

Algunos países europeos efectuaron preguntas sobre los «derechos» homosexuales, lo cual llevó a la delegación estadounidense a recalcar sus «importantes iniciativas tendientes a asegurar una protección más sólida para las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero». Esto incluye procurar la derogación de la Ley de Defensa del Matrimonio y la política militar «No preguntes, no digas».

El tamaño de la delegación estadounidense causó sorpresa entre algunos observadores, a la luz de la reciente cobertura de prensa de la numerosa comitiva y los gastos del presidente Obama durante su actual gira por Asia.

El examen, denominado Examen Periódico Universal, surgió a raíz del muy difundido esfuerzo de la administración Obama por unirse al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El gobierno de Bush prefirió no ser parte de este órgano, haciendo referencia a las críticas generalizadas en contra de su labor, que son similares a los reclamos que originaron el cierre de su predecesora, la Comisión de Derechos Humanos.

Un acalorado debate en los Estados Unidos gira en torno a la cuestión de la ratificación de muchos de los tratados de derechos humanos. El de la CEDAW resultó ser uno de los favoritos entre los liberales que apoyan los derechos de aborto, si bien no ha llegado al recinto del Senado. Los críticos advierten que su ratificación traerá aparejada la incorporación de una agenda feminista radical, visión confirmada por decenas de recomendaciones no vinculantes del comité que supervisa el tratado.

Un reciente análisis revela que el comité de la CEDAW presionó por lo menos a 80 países para que legalicen o liberalicen sus leyes de aborto, a pesar de que el tratado guarda silencio acerca de la práctica.

Durante el mecanismo del Examen Periódico Universal, que se realiza cada cuatro años, los Estados Miembros de la ONU examinan el registro de derechos humanos de cada miembro del Consejo de Derechos Humanos.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano