Estados Unidos se enfrenta a una importante prueba provida en la ONU

By Stefano Gennarini, J.D.

NACIONES UNIDAS, 5 de diciembre (C-Fam) La administración Trump se enfrenta a su mayor prueba internacional a favor de la vida hasta la fecha. La próxima semana, se espera que los Estados miembros de la ONU adopten una resolución que guíe las operaciones humanitarias del sistema de la ONU. La resolución contiene lenguaje relacionado con el aborto.

Desde la primera administración Trump, ha habido un enfrentamiento entre los europeos y la administración Trump sobre si los programas humanitarios de la ONU para ayudar a las mujeres en guerras, desastres naturales y otras emergencias deben incluir el aborto y la ideología de género. Los europeos están a favor. La administración Trump ha expresado fuertes objeciones en el pasado.

La resolución humanitaria general se adopta anualmente para reconfirmar y perfeccionar el mandato del sistema de las Naciones Unidas en situaciones de emergencia humanitaria. Durante más de una década, la resolución ha incluido lenguaje sobre salud sexual y reproductiva. El sistema de las Naciones Unidas interpreta ampliamente que esto incluye el derecho al aborto y la ideología de género en situaciones de emergencia humanitaria. Las emergencias humanitarias se han convertido en el banco de pruebas y el campo de batalla para que la industria del aborto obtenga un derecho internacional al aborto.

Todos los principales informes de la ONU sobre operaciones humanitarias incluyen el aborto como un servicio de salud esencial o un derecho humanitario. El manual utilizado por las agencias de la ONU para implementar el mandato derivado de esta resolución, promueve el aborto como un derecho en la asistencia humanitaria, así como los tratamientos transgénero para menores. También ataca la objeción de conciencia, obligando a los médicos y proveedores de servicios médicos en situaciones humanitarias a derivar a las mujeres para que se sometan a abortos y a realizar abortos en contra de su conciencia.

Las preocupaciones sobre la promoción del aborto por parte de la ONU también suponen una amenaza real para la soberanía de Estados Unidos. Varios países europeos, entre ellos el Reino Unido, Francia y los Países Bajos, promueven abiertamente el aborto como un derecho humanitario. Recientemente han iniciado el debate sobre esta cuestión en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. También han atacado las leyes estadounidenses en favor de la vida en los mecanismos de derechos humanos. Afirman que la Enmienda Helms y la Política de la Ciudad de México violan el derecho humanitario. Los procedimientos especiales y los órganos creados en virtud de tratados de las Naciones Unidas han hecho lo mismo, afirmando que el aborto es una atención sanitaria esencial en situaciones humanitarias.

La primera administración Trump fue abiertamente crítica con la defensa del aborto por parte de la ONU en emergencias humanitarias, incluso durante la pandemia de COVID-19. La administración amenazó con vetar dos veces una resolución del Consejo de Seguridad, acompañada de fuertes declaraciones de la entonces embajadora estadounidense Kelly Kraft. Incluso Nikki Haley, que nunca hizo una declaración provida en las Naciones Unidas, se vio finalmente empujada a votar en contra del lenguaje relacionado con el aborto en la resolución humanitaria, a pesar de que no logró elaborar una estrategia ganadora.

Más allá de la política del aborto, la resolución también tiene implicaciones más amplias para la cooperación de la ONU con las administraciones estadounidenses provida en el futuro. Como mayor donante individual de ayuda humanitaria, por un monto del orden de los decenas de miles de millones de dólares anuales, el Gobierno de Estados Unidos tiene una influencia adicional en el ámbito humanitario. Si la administración Trump no puede eliminar cuestiones controvertidas como el aborto y la ideología de género de esta resolución de la ONU la próxima semana, habrá pocas esperanzas de que algo cambie en las Naciones Unidas.

En este sentido, la adopción de la resolución es una prueba de la capacidad de la administración Trump para apartar al sistema de la ONU de los temas divisivos del aborto y la ideología de género y lograr una victoria provida a nivel internacional. Hasta ahora, la segunda administración Trump ha tomado medidas y ha hecho declaraciones muy firmes a favor de la vida, más fuertes que cualquier administración anterior. También se ha enfrentado a la ideología de género. Pero aún no ha logrado un cambio en la política de la ONU para poner fin a la defensa descarada del aborto y la ideología de género por parte de los organismos de la ONU.