Europeos presionan por mandato abortista de próxima cumbre
NUEVA YORK, 8 de abril (C-Fam) Europeos y personal de la ONU quieren poner el próximo acuerdo de la Cumbre Humanitaria Mundial (que todavía no ha sido dado a conocer) a la misma altura de documentos de alto nivel como el de la Cumbre del Milenio del año 2000. Pero si los acontecimientos de esta semana son un indicio, el objetivo corre a través de su segunda meta: recabar resultados «ambiciosos» y «concretos», como una declaración sobre el derecho al aborto, impidiendo negociaciones intergubernamentales.
Europeos y personal de la ONU han estado preparando el terreno para hacer que la cumbre, que se reunirá en Estambul en mayo, declare el derecho al aborto según el derecho humanitario o las leyes de la guerra. Una de las siete «mesas redondas» de debate se centra en vincular la violencia sexual con los «servicios integrales de asistencia médica sexual y reproductiva sin discriminación», término utilizado para promover el aborto.
El Parlamento Europeo aprobó en diciembre una resolución que «pide [a la cumbre] un compromiso mundial para… [asegurar] el acceso de mujeres y niñas a todos los servicios de salud sexual y genésica, incluido el aborto en condiciones de seguridad, en las crisis humanitarias, en lugar de perpetuar lo que equivale a un trato inhumano, tal como requiere el Derecho internacional humanitario y prevén la Convención de Ginebra y sus Protocolos adicionales».
Ni los Convenios de Ginebra ni sus Protocolos Adicionales mencionan el aborto.
El año pasado, cinco países de la UE acusaron a los Estados Unidos de violar las Convenciones de Ginebra al limitar los fondos para el aborto. El hecho de que el gobierno de Obama rechazó su postura pese a apoyar el aborto intensificó la divergencia transatlántica respecto de la norma.
El director del proceso de la Cumbre Humanitaria Mundial, el ex parlamentario británico y Secretario General Adjunto de la ONU, Stephen O’Brien, brindó apoyo a la iniciativa en una reunión en la sede de las Naciones Unidas dos semanas atrás, durante la sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. O’Brien se presentó con Action Aid, organización del Reino Unido que defiende el aborto como respuesta a la violencia sexual en entornos de conflicto.
Durante la reunión, Action Aid pidió el acceso a los servicios «integrales» de asistencia sanitaria reproductiva y un distanciamiento de la obra benéfica cambiando hacia los derechos humanos a fin de «abordar el tema de la atención médica sexual y reproductiva en torno a los derechos».
En un informe que se distribuyó allí, titulado: «Sin temor: apoyando a mujeres y niñas para poner fin a la violencia», la agrupación dijo que los marcos jurídicos internacionales garantizan el derecho de aborto, que es violado cuando «el fundamentalismo religioso (sea cristiano, islámico, hindú u otro) conduce a la supresión o completa negación del acceso de la mujer a la salud sexual y reproductiva, incluyendo la penalización o la restricción al acceso al aborto seguro y a la anticoncepción de emergencia».
La oficina de O’Brien redactó el informe del secretario general Ban Ki-moon sobre la cumbre, el cual pidió priorizar «los servicios integrales de asistencia médica sexual y reproductiva» y dijo que los países tienen la obligación «central» de prohibir la discriminación basada en la «identidad sexual».
O’Brien dijo que el «éxito» en la cumbre depende de la participación de alto nivel en Estambul y de compromisos concretos. Instó a las agrupaciones presentes en la reunión de la comisión sobre la condición de la mujer que presionaran a sus gobiernos para que enviaran la representación más alta posible.
En una sesión informativa presentada por Ban Ki-moon y O’Brien el lunes, un vocero de la UE dijo que Europa se asegurará de contar con representación de alto nivel en Estambul, pero otros países manifestaron rechazo.
Rusia y China, seguidos por Egipto, Marruecos y Cuba, reprendieron a O’Brien por hacer caso omiso de sus pedidos de un proceso transparente antes y durante la cumbre, y le advirtieron que acatara su mandato, la resolución de la Asamblea General de 1992 que hace hincapié en el común acuerdo, la imparcialidad y la neutralidad. Dijeron que si sus inquietudes no son atendidas, puede verse afectada su participación en la cumbre.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
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