Feministas quieren 6 millones de dólares para hacer avanzar su agenda global

By Rebecca Oas, Ph.D. | May 12, 2022

WASHINGTON, D.C. 13 de Mayo (C-Fam) Un nuevo informe está urgiendo a los filántropos a invertir más de 6 mil millones de dólares en organizaciones feministas para 2026, aproximadamente mil quinientos millones de dólares por año, como una forma de “llevar a cabo los cambios transformadores que los donantes buscan”. Para probar que tal inversión sería efectiva, el informe cita las recientes leyes de liberalización del aborto en Argentina, Irlanda y México.

El informe caracteriza éstas como “victorias concretas” por movimientos feministas, a los cuales describe como “manteniéndose firmes activamente contra el ataque coordinado de los movimientos antiderechos que están haciendo retroceder victorias duramente ganadas, sean en Texas en los EEUU, Polonia, Austria o Ghana”.

El estado de Texas fue mencionado específicamente en el informe porque aprobó una ley que prohíbe el aborto después de que se pueda detectar el latido del corazón del feto. El Tribunal Supremo de los EEUU rechazó una impugnación a esa ley y ahora está considerando si el aborto es o no en absoluto un derecho constitucional. Unos pocos días antes de que el informe se presentase, un borrador de la opinión del Tribunal Supremo fue filtrado, indicando la intención del tribunal de anular Roe v. Wade, la decisión que en 1973 legalizó el aborto durante todas las etapas del embarazo en los EEUU como un derecho constitucional.

De acuerdo a Devex, estas noticias “enviaron ondas de choque a través de la comunidad del derecho al aborto” e incitó más llamadas para financiar causas feministas alrededor del mundo, dada la influencia global de los EEUU.

Como un ejemplo de la “erosión de los derechos y política progresista”, el informe menciona la Declaración del Acuerdo de Ginebra, en la cual más de 30 países reafirmaron que el aborto no es un derecho humano y que la familia es la “unidad natural y fundamental de la sociedad”. La declaración conjunta fue dirigida por los EEUU bajo la administración Trump, hasta que el Presidente Joe Biden rescindió el apoyo de los EEUU. A la coalición del Acuerdo de Ginebra, a quien el informe feminista denuncia como “fuerzas antiderechos”, se le atribuye el impedir “mayores avances en compromisos sobre educación sexual integral, derechos sexuales y derechos LGBTQI+”.

Aparte del aborto, el informe deja claro que los miles de millones que pide irían hacia la promoción de la ideología de género. De acuerdo a su lista de definiciones, “[m]ujeres, muchachas y gente no binaria es una categoría inclusiva que se refiere a mujeres y muchachas cis y transgénero y personas que se identifican como no binarias”.

Para contrarrestar el sufrimiento causado por el patriarcado, capitalismo y otras causas, los autores escriben que “los líderes feministas y los esfuerzos deben ser financiados en abundancia”.

Los autores del informe califican a las organizaciones feministas como “significativamente infrafinanciadas” de acuerdo a una investigación de AWID, un grupo feminista, que cuenta entre sus propios donantes a la Fundación Ford, la Fundación Open Society, y la Agencia de desarrollo internacional sueca.

El informe fue publicado por el Grupo Bridgespan, el cual aconseja a donantes y organizaciones sin ánimo de lucro a promover el cambio social, y “Shake the Table”, anteriormente conocida como “Imaginaciones Feministas”, las cuales buscan dirigir la financiación hacia la “justicia racial, de género y económica”.

El desarrollo del informe fue apoyado por la Fundación Bill y Melinda Gates, la cual prometió 2,1 mil millones de dólares, durante cinco años para la igualdad de género el año pasado, en el Foro de Igualdad de Género de la ONU en París. A pesar de los primeros intentos para eludir el asunto del aborto, la Fundación Gates tiene una larga historia de grupos financiadores que promueven el aborto alrededor del mundo.

En respuesta a la opinión filtrada del Tribunal Supremo, Bill Gates tuiteó que la revocación de Roe v. Wade “nos llevaría 50 años atrás”. Su anterior esposa Melinda asimismo denunció “la restricción de acceso a los servicios de salud reproductiva”.