¿La Asamblea General vota a favor del matrimonio homosexual?

By Stefano Gennarini, J.D. | March 27, 2015

NUEVA YORK, 27 de marzo (C-Fam) En una animada reunión de presupuesto extraordinariamente atestada esta semana, los estados miembros de la ONU dieron luz verde a beneficios especiales para cualquier miembro del personal de la ONU que tuviera una unión homosexual legal.

Una propuesta de Rusia en la Asamblea General estuvo muy lejos de revertir la decisión unilateral del Secretario General del pasado mes de junio que extendía los beneficios del matrimonio para cualquier empleado de la ONU que tuviera una unión homosexual legal, incluso si su país de origen no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Sorprendentemente, 80 países votaron a favor de permitir tales beneficios. Solo 43 votaron la anulación de la decisión administrativa, y 70 países cuyas leyes no están de acuerdo con la medida se abstuvieron de votar (37), no se presentaron en absoluto o no emitieron el voto (33). Si todos esos países hubieran votado, es probable que la Asamblea General hubiera prevalecido sobre el Secretario General.

Al comienzo de la reunión, el presidente eslovaco del comité bromeó acerca de los asistentes por llenar la sala de conferencias de la ONU. Las reuniones del comité presupuestario suelen ser áridas y a ellas asisten solo expertos técnicos.

Previo a la votación, se leyó un mensaje del Secretario General que defendía su postura y decía que era su «privilegio y deber» tomar esa clase de decisiones. Estados Unidos, países europeos y nórdicos tomaron cada uno la palabra en rápida sucesión para hacer eco de sus comentarios acerca de la necesidad de promover la «igualdad».

Rusia argumentó que la decisión desacataba abiertamente una resolución de la Asamblea General de 2004 que exigía que el Secretario General determinara el estado civil del personal de la ONU en referencia a las leyes de su país de origen. Arabia Saudita se puso del lado de los rusos pero citó la ley islámica como factor motivador.

Hay fuentes que dicen que el resultado de la votación no debería verse como una muestra mundial de apoyo a los derechos LGBT tanto como una prueba del total dominio de los países donantes ricos sobre los asuntos presupuestarios y administrativos de la ONU. El resultado favorece la idea de que los estados miembros que no comparten la agenda social de los estados donantes ricos tienen menos aceptación en el sistema.

Incluso de aquellos 80 países que votaron a favor del Secretario General, al menos la mitad no ofrece beneficios especiales a las parejas homosexuales en su legislación interna. El matrimonio entre un hombre y una mujer sigue siendo la norma en la gran mayoría de los países del mundo y no más de 40 países en todo el planeta confieren beneficios especiales a las parejas homosexuales mediante leyes que aprueban el denominado «matrimonio homosexual» o las uniones civiles. Incluso en Europa pocos países autorizan tales acuerdos sin requisitos.

Cuando se acercaba la votación, un delegado de un país europeo dijo sin rodeos a Friday Fax que los países de la Unión Europea aportan más del 30% del presupuesto de la ONU y deberían tener más que decir sobre cómo se utiliza ese dinero. Esos mismos países también gastaron un importante capital político para conseguir el resultado del martes.

Las abstenciones y las ausencias son producto de una campaña de seis años llevada a cabo por los Estados Unidos y naciones europeas para conseguir que los países se abstuvieran durante las votaciones que estén relacionadas con los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) en las Naciones Unidas.

Esta no es la primera vez que la Asamblea General pone el sello a una decisión del Secretario General para otorgar beneficios matrimoniales a personal de la ONU con uniones homosexuales legales.

La resolución de 2004 citada por Rusia fue aprobada por la Asamblea General tras una medida administrativa similar tomada por el Secretario General y limitó el alcance de su decisión de extender los beneficios matrimoniales a las parejas de homosexuales. Esta vez era necesaria una votación, lo cual refleja el mérito de la lucha de Rusia pese a los reclamos de Estados Unidos y de los europeos.

La votación fue un caso de prueba para futuras acciones concertadas de los países europeos y del Secretario General tendientes a promover los derechos LGBT mediante el sistema de la ONU, pese a la absoluta ausencia de un mandato de este tipo en resoluciones de las Naciones Unidas. Ahora se ha sentado un precedente para que el Secretario General desafíe abiertamente el consenso de la Asamblea General en asuntos LGBT.

Después de la votación, Rusia dijo que no consideraría «efectiva» la actuación del Secretario General pese al sufragio, porque contradice la resolución de 2004.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano