La auto-identificación basta para el cambio de sexo en prisión
WASHINGTON, D.C. 9 de diciembre (C-Fam) Varias agencias de la ONU han publicado un informe declarando que un hombre que se auto-identifique como mujer debe ser tratado como una mujer, incluso en prisión, independientemente de la identificación legal o las características biológicas.
De acuerdo al “principio de auto-identificación”, la identidad sexual declarada de una persona debe ser reconocida legalmente. El acceso a espacios separados por sexos como baños debería ser permitido sobre la base de auto-identificación en sí. Esta es una posición controvertida internacionalmente. El cambio de sexo legal sin aprobación por un funcionario judicial o experto médico está permitido en 18 países, la mayoría en América Latina y Europa Occidental.
En 2020, el Reino Unido desechó un intento de introducir la “auto-identificación”, manteniendo el criterio de que el cambio de sexo legal requiere una evaluación médica y un período de 2 años de haber vivido de acuerdo a la identidad sexual elegida por la persona.
Asuntos como la orientación sexual e identidad de género siguen siendo sumamente controvertidos en la Asamblea General de la ONU. Aun con eso, las agencias de la ONU se han movido rápidamente hacia el fomento de la “auto-identificación” como un estándar de derechos humanos internacionales sin buscar el consenso. De forma similar, las agencias de la ONU han promovido el aborto y la educación integral en sexualidad como asuntos de derechos humanos incluso aunque sean repetidamente rechazados en negociaciones internacionales.
El año pasado, el anterior Alto Comisionado para los Derechos Humanos Michelle Bachelet dijo ‘“cada país del mundo” debería reconocer el sexo de las personas trans “basado en la auto-identificación” por sí misma. El experto independiente de la ONU sobre orientación sexual e identidad de género —cuyo entero mandato continúa siendo un asunto de controversia—ha promovido similarmente la auto-identificación como un “derecho” bajo la ley de derechos humanos.
Para las personas en lugares confinados, tales como las prisiones, la importancia de la cuestión de la auto-identificación es mucho mayor. El nuevo informe técnico, patrocinado por UNODC, UNFPA, UNAIDS, UNDP y la Organización Mundial de la Salud, dice que la identidad sexual de los presos debería ser “registrada tal como sea declarada“, independientemente de su reconocimiento legal, documentación, órganos genitales, aspecto general o sexo asignado al nacer”.
El informe trata de la garantía de que los individuos que se identifican como trans tengan acceso a alojamiento, duchas, baños que correspondan a su identidad de género, y que esos alojamientos deberían ser hechos para protegerlos de la violencia y el estrés psicológico. En cambio, las amenazas potenciales a las presas femeninas por presos biológicamente masculinos auto-identificados como mujeres no son tratadas.
Las orientaciones dicen que las hormonas de “afirmación de género” o las cirugías deberían ser “tratadas como una necesidad de salud básica y por tanto ser provistas sin coste”.
El documento cita las “Reglas Nelson Mandela” de 2015 para el trato de presos, que llaman al “respeto de su género autopercibido”. También parte de los Principios Yogyakarta, el cual no es un documento oficial de la ONU, sino una lista afirmaciones recopiladas por un grupo de expertos y activistas. Intenta enmarcar la orientación sexual y la identidad de género en términos de obligaciones de derechos humanos internacionales, partiendo del trabajo de los mecanismos de seguimiento de los tratados. Estas recomendaciones no vinculantes de comités de expertos ya se han usado para reclamar engañosamente que el aborto es un derecho humano internacional.
Mientras los presos identificados como transgénero puede encarar riesgos, también sus compañeros reclusos, particularmente las mujeres. Un auto-identificado mujer encarcelado por asesinato en Nueva Jersey dejó embarazadas a dos compañeras reclusas femeninas antes de ser transferido a una instalación para hombres, y ahora declara estar “aterrorizado” y temeroso de asalto sexual y abuso. Un preso identificado como transgénero en Nueva York fue condenado por violar una mujer mientras estaba encarcelado. El hecho de que la “auto-identificación” de género en las prisiones pueda alentar el oportunismo es un peligroso vacío en la nueva orientación de las agencias de la ONU.
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