La Corte Suprema estadounidense se rehúsa a emitir opinión contundente sobre tratado de la ONU

By Stefano Gennarini, J.D.

NUEVA YORK, 6 de junio (C-FAM) Una esposa traicionada que intentó causar daño a la amante de su marido con químicos peligrosos no debería haber sido procesada conforme a un tratado contra armas químicas, resolvió la Corte Suprema en el muy esperado fallo Bond publicado el lunes.

El senador Robert Menendez inmediatamente publicó un comunicado de prensa en el que sostiene que la decisión «aleja todo temor» de que el tratado de la ONU sobre las personas con discapacidad pudiera ser utilizado para expandir la autoridad federal, debilitar la soberanía estatal o dar cabida a pleitos en tribunales estadounidenses. Menendez dijo que el fallo ha «despejado el camino» para la votación sobre el tratado en un futuro próximo.

El caso conllevó interrogantes sobre el alcance del poder del Presidente y del Senado para dirigir asuntos exteriores. El pasado mes de noviembre, durante audiencias en las que se abordó el tratado de la ONU sobre discapacidad, los senadores manifestaron el deseo de conocer la opinión de la Corte Suprema antes de que hubiera otra votación sobre su ratificación. El Senado rechazó antes el tratado en una oportunidad, en 2012.

La precipitada evaluación que Menendez hizo del fallo del Tribunal Supremo entra en conflicto con el comentario jurídico del caso, y quedan sin responder varias preguntas planteadas por los senadores durante las audiencias.

Peter Spiro, de la Universidad Temple, escribió en el prestigioso blog Opinio Juris que el tribunal evadió todo asunto vinculado al «alcance de la autoridad federal para invadir» áreas reservadas a los estados.

El Presidente y el Senado pueden ampliar los poderes del Congreso cuando ratifican un tratado, de acuerdo con la Corte Suprema en el caso Missouri v. Holland de 1920. Los senadores querían saber si la Corte habría de invalidar ese precedente en el caso Bond. Pero el máximo Tribunal no abordó esa cuestión. El prof. Spiro dice en su escrito que el fallo Missouri v. Holland sigue vigente.

Quienes esperaban un dictamen de gran trascendencia fueron decepcionados por la resolución. Como suele suceder, la Corte Suprema evadió el asunto difícil y resolvió el caso del modo más acotado posible.

Aparte del caso Missouri v. Holland, otras objeciones a la ratificación del Tratado de la ONU sobre discapacidad precisan ser respondidas.

Friday Fax informó en ocasiones anteriores que senadores y especialistas en derecho que testificaron en audiencias de 2013 estaban especialmente preocupados por los argumentos a favor de la ratificación por parte del gobierno de Obama.

El tratado «no impone ninguna obligación» a los Estados Unidos y «no exige ninguna modificación de las leyes estadounidenses», dijo Menendez en la declaración de prensa del lunes, con lo cual reiteró los argumentos presentados por el gobierno de Obama en las audiencias del Senado. Los estadounidenses con discapacidades que se encuentran en el extranjero, en cambio, se beneficiarán de la ratificación de los Estados Unidos porque otros países estarían obligados a adoptar ciertas leyes, según funcionarios del gobierno.

El prof. Jeremy Rabkin disiente. «La ratificación de esta convención comprometería a los Estados Unidos con obligaciones que ahora no se pueden prever», declaró. El Profesor de la Universidad George Mason advirtió que Estados Unidos ya tiene un problema de relaciones públicas a nivel mundial y que decir que del tratado impone obligaciones a otros países pero no a Estados Unidos no transmite el mensaje adecuado.

Susan Yoshihara, de C-Fam (editor de Friday Fax), tuvo dudas en cuanto al hecho de que Estados Unidos pudiera evitar el desarrollo de una norma internacional sobre el aborto mediante el tratado. «No veo con optimismo que podamos estar completamente inmunizados» de que los funcionarios amplíen la aplicación del lenguaje impreciso del tratado sobre discapacidad.