Penalicen el “Apartheid de Género”, dice la Barra Americana de Abogados

By Rebecca Oas, Ph.D. | February 22, 2024

WASHINGTON, D.C. 23 de febrero (C-Fam) Expertos en derechos humanos de la ONU recientemente pidieron que el “apartheid de género” sea considerado un crimen contra la humanidad. La Asociación Americana de Barras de Abogados adoptó una resolución semejante, comprometiéndose a apoyar esfuerzos nacionales e internacionales para penalizar, y oponerse al “apartheid de género.”

El término “apartheid de género ha sido empleado por activistas para criticar a la Iglesia Católica y a otras instituciones religiosas que tienen clero formado enteramente de miembros de sexo masculino. Hasta la fecha, el término ha sido utilizado en relación con la situación de las mujeres en Irán, que está gobernada por la ley islámica. Está claro a dónde está dirigido el término, y esto es para atacar todas las religiones consideradas “conservadoras” por la internacional feminista.

El riesgo latente radica en que el término está siendo promovido dentro de las negociaciones para redactar un nuevo tratado legalmente vinculante sobre crímenes contra la humanidad.

Ambos, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Discriminación contra la Mujer y las Niñas, y la Asociación Americana de Barras de Abogados, definen “apartheid de género” como “actos inhumanos cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión sistemática y dominación por un grupo de género sobre cualquier otro grupo o grupos de género, y cometido con la intención de mantener ese régiman-” Esta definición está basada en la definición de “apartheid” del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que se refiere a una opresión con base en la raza..

El término también ha sido adoptado por otros órganos de la ONU, incluyendo ONU Mujeres, que describe lo que llama abusos de los talibanes, como “apropiada y ampliamente considerados apartheid de género”.

El desarrollo del tratado sobre crímenes contra la humanidad está generando otras controversias. Se está desplegando un esfuerzo por parte de los países de Occidente y sus aliados, por redefinir el término “género” para que ya no se refiera solamente a hombre y mujer, de manera tal que haría de la ‘homofobia’ un crimen internacional.

Entre tanto, hay activistas que piden que la definición relativamente estrecha de “embarazo forzado” sea ampliada para incluir restricciones al aborto.

Los expertos de la ONU sobre derechos humanos ya han manifestado su voluntad de atacar a la Iglesia Católica y a la Santa Sede, que en la ONU goza de un estatus diplomático de estado observador — por su postura contra el aborto, la homosexualidad y la ordenación de mujeres.

En el 2020, el Relator Especial de la ONU sobre Libertad Religiosa o de Creencias citó a académicos feministas que arguyen que las “reglas que regulan es estatus de hombres y mujeres, incluyendo la designación de clérigos”  no son únicamente religiosas sino también políticas y, por lo tanto, “son de interés para el Estado y para la legislación internacional sobre derechos humanos.”

Cuando la Santa Sede fue examinada por el Comité sobre los Derechos del Niño en 2014, se le pidió que “re-examinara su postura sobre el aborto” y “reformara el Canon 1398 relacionado con el aborto, con el objeto de identificar las circunstancias bajo las cuales el acceso al aborto puede ser permitido,”

El Comité también le pidió a la Santa Sede que “apoyara esfuerzos a nivel internacional por la despenalización de la homosexualidad.”

Ninguno de estos expertos goza de autoridad vinculatoria sobre los gobiernos de los miembros de la ONU, pero sus opiniones disfrutan de un peso persuasivo sobre las naciones que mantienen pareceres afines, así como dentro del sistema burocrático de la ONU, que se apoya en ellos para asistencia en la interpretación de tratados legalmente vinculantes como el cercano instrumento sobre crímenes contra la humanidad.

Grupos desidentes que se dicen católicos, tales como el pro-abortista Católicos por el Derecho a Decidir, también han citado la postura de la Iglesia sobre la ordenación solamente de hombres, y su oposición al aborto, reclamando que se le despoje a la Iglesia de su estátus de estado observador en la ONU.

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