Secretario General pone en marcha su ataque a la Administración Trump

By Stefano Gennarini, J.D. | March 15, 2019

NUEVA YORK, 15 de marzo (C-Fam) La frase de moda esta semana en la sede de Naciones Unidas fue “rechazo ante el rechazo.” La cual hace referencia, entre otras cosas, al rechazo por parte de los Estados Unidos a las políticas abortivas internacionales. La frase fue acuñada por el propio Secretario General Antonio Guterres.

“El poder no se concede, se toma,” dijo, en un revolucionario estilo, el Secretario General Antonio Guterres, ante un concurrido auditorium el martes, durante un cabildeo.

“Esta es la razón por la que debemos rechazar el rechazo,” expuso. Y repitió la frase en numerosos discursos públicos a lo largo de la semana, enfatizando específicamente el punto de “la actual batalla por los derechos reproductivos,” lamentando de que muchos países hayan adoptado una legislación “retrógrada”.

La retórica de Guterres no es solamente una forma de congraciarse con las varias miles de feministas reunidas en la sede de Naciones Unidas para el evento anual de la Comisión para el Estatus de la Mujer. Es un requisito si aspira ganar un segundo período como secretario general con el apoyo de Francia y de Gran Bretaña, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

Envía además un mensaje a los estados miembros de Naciones Unidas para las negociaciones para el acuerdo final de la conferencia.

Estados Unidos nuevamente desafía el uso de terminología relacionada al aborto, como por ejemplo “salud sexual y reproductiva” y “derechos reproductivos” en las negociaciones que se reanudaron ayer en la sede del organismo y que seguirán teniendo lugar a lo largo de la semana entrante. El borrador de trabajo del acuerdo contenía  más de una docena de párrafos que mencionan los controvertidos términos en cuestión.

La Administración Trump se ha opuesto, cada vez con mayor frecuencia durante estos primeros dos años en el poder, al uso de dichos términos; una posición acorde con la Mexico City Policy, una política republicana que prohibe a la Agencia Estadonidense de Cooperación Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) el proporcionar fondos provenientes del contribuyente estadonidense a grupos que llevan a cabo abortos o que lo promueven.

El sistema de Naciones Unidas mantiene una agresiva campaña pro aborto y sus agencias trabajan con grupos que llevan a cabo abortos o que lo promueven, todo esto amparado en la rúbrica de asegurar el acceso a la “salud sexual y reproductiva.” El apoyo estadounidense a los acuerdos de las Naciones Unidas que utilizan estos términos en el contexto de Naciones Unidas socavaría el objetivo de laMexico City Policyde privar a los grupos abortistas del apoyo de los contribuyentes estadounidenses.

Muchos países en vías de desarrollo se enfrentan hoy al dilema de ponerse de parte de los Estados Unidos, el mayor donante individual internacional, o de parte de los países europeos, que son, agrupados, aún mayores.

Los europeos están a favor de utilizar terminología pro aborto dentro de las políticas de Naciones Unidas y en las capitales de los grupos de presión alrededor de todo el mundo, para oponerse a los esfuerzos pro-vida que lleva a cabo la Administración Trump a nivel internacional, esto incluye una campaña multilateral conocida como “Ella decide.” (“She decides”, en inglés).

La citada campaña es un ataque frontal a la Mexico City Policy, y una constante censura a la política extranjera estadounidense. Ha reunido más de seiscientos millones de dólares con el objetivo de rescatar a grupos abortistas que se han quedado sin financiamiento debido a la Mexico City Policy.

Europeos y otros patrocinadores de la campaña “She decides” se reunieron el martes recién pasado en la sede de Naciones Unidas para hacer un balance de la iniciativa.

La ministra francesa de género, Marlene Schiappa, no tuvo reparos en disimular su desprecio hacia la política estadounidense pro-vida. “Es un crimen el privar a una mujer de poder tener acceso al aborto,” aseveró.

Es posible que, como ha sucedido en años anteriores, no se alcance ningún acuerdo para el próximo viernes, dada la polarización en temas que se relacionan al aborto y a los derechos LGBT. En ese caso, la embajadora irlandesa ante Naciones Unidas, Geraldine Byrne Nason, que está presidiendo por segundo año consecutivo el trabajo de la Comisión, presente su mejor propuesta con tal de conseguir este acuerdo.