Soluciones de mujeres africanas entran en conflicto con plan feminista

By Rebecca Oas, Ph.D. | November 7, 2015

NUEVA YORK, 6 de noviembre (C-Fam) Cuando el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó su última resolución sobre el papel de la mujer en la consolidación de la paz y la seguridad a nivel internacional, afloró un conocido conflicto de opiniones (entre mujeres). En concreto, las feministas que impulsan las políticas internacionales están del lado opuesto de las mujeres que viven la realidad de zonas amenazadas por la guerra.

En un panel auspiciado por Liechtenstein, una feminista con buenos contactos manifestó temor de que el movimiento profamilia emergente en la ONU pueda entrar en conflicto con sus expectativas para el programa Mujeres, Paz y Seguridad (MPS). Entretanto, otra panelista de Nigeria instó enérgicamente al público a tener presentes los contextos culturales dentro de los países, y dijo que los intentos de imponer un cambio cultural como parte de la consolidación de la paz no son «sostenibles».

«En este momento, las feministas dan zancadas por los pasillos del poder», dijo la profesora Anne Marie Goetz, exmiembro de ONU Mujeres. No obstante, sostuvo, el panorama geopolítico cambiante y el auge del extremismo violento han dado como resultado una «reconsolidación de valores extremadamente conservadores». Mencionó al «Grupo de amigos de la Familia», de reciente formación en la ONU, y dijo que consiste en «reafirmar una visión tradicional romántica, bastante rígida, heteronormativa, de la familia».

Goetz había expresado inquietudes similares (que el activismo MPS se estaba centrando demasiado en la seguridad y no lo suficiente en «atacar el patriarcado») en una conferencia del año pasado, donde ella también admitió que los documentos MPS no mencionan el aborto, aunque insistió en que se «suponía» y «entendía» que estaba incluido.

En reiteradas ocasiones, Goetz resaltó la importancia de que se incrementara el financiamiento para las agrupaciones feministas, no solo para proyectos específicos, sino porque «necesitan acceso a organizaciones internacionales e instituciones de política exterior». En otro lugar,  dijo que el aborto, en particular, no está provisto de fondos como es debido, a causa de su naturaleza polémica.

Su compañera de panel presentó una opinión muy diferente. Joy Onyesoh, Presidente de la  Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, habló de las mujeres de Nigeria que capacitan a los miembros de sus comunidades en la consolidación de la paz y la prevención del conflicto a nivel local. Contó cómo ellas se organizaron para prevenir la violencia durante la última elección en ese país, permitiendo que más personas (sobre todo, mujeres) participaran de forma segura en el proceso político.

Asimismo describió el modo en el que las del norte de Nigeria, que se vieron ante las amenazas de Boko Haram, organizaron redes de comunicación para enviar advertencias entre comunidades sobre posibles peligros, sin apoyo alguno del gobierno. «En realidad no es todo una cuestión de fondos», dijo Onyesoh, «porque, para ellas, es una cuestión de supervivencia».

Durante el momento de debate, Onyesoh explicó que las nigerianas se valieron de «su función tradicional de madres, cuidadoras, para hablar a sus hijos y a sus esposos», pidiéndoles encarecidamente que no se unieran a los grupos militantes. «Tenemos nuestras propias formas tradicionales de hacer que nuestros hombres se queden en casa, si queremos que se queden en casa».

Goetz admitió que, a excepción de lo que había dicho Onyesoh, «es muy difícil encontrar buenos ejemplos de cómo involucrar a las mujeres en el combate contra el extremismo violento» sin apoyos externos visibles que les pondrían en riesgo. No obstante, manifestó recelo ante el hecho de que estas iniciativas se basaban en «un papel muy esencialista, una función tradicional» de la mujer como esposa y madre.

Onyesoh concluyó sus comentarios con un fuerte pedido a la comunidad internacional de no hacer suposiciones sobre lo que las mujeres que están en el lugar de los hechos  realmente necesitan y quieren. Previno de intervenciones que serían insostenibles y que terminarían haciendo el vacío a las conciliadoras en sus propias comunidades.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano

«Tenemos que preguntarnos: ¿definición del desarrollo según quién? ¿Definición de empoderamiento según quién?». Si el empoderamiento genera toda una repercusión negativa, y a veces hace que las mujeres sean asesinadas, no es empoderamiento en absoluto».