Un ex empleado del Departamento de Estado es sospechoso de hacer filtraciones a fin de dañar la postura provida de Trump

By Austin Ruse | June 7, 2019

WASHINGTON, DC – 7 de junio (C-Fam). Un artículo reciente del servicio de noticias de Reuters hace hincapié en un persistente problema de fugas de información realizadas por parte del personal del Departamento de Estado, con el fin de perjudicar la postura adoptada por la Administración Trump frente al concepto de “salud reproductiva”.

Entre otras cosas, el artículo de Reuters destacaba lo que los defensores del aborto ven como la enorme influencia de C-Fam (editor del Friday Fax) en las posiciones negociadoras tomadas por la Administración Trump en las Naciones Unidas.

El artículo citaba directamente un correo electrónico remitido por personal del Departamento de Estado a C-Fam sobre los detalles de una negociación que se estaba llevando a cabo en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU.

El correo electrónico de 2018 citado por Reuters fue enviado por un asistente de la entonces embajadora de Estados Unidos Nikki Haley, quien agradeció a C-Fam por “haber enviado los cambios propuestos” a un borrador del documento de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. “Los revisamos todos cuidadosamente e incluimos muchos, muchos de ellos en nuestros comentarios iniciales”,  decía el correo electrónico.

Esto fue en respuesta a un correo electrónico que C-Fam había enviado a dos miembros del personal del Departamento de Estado, incluyendo a una ex empleada descontenta de las Naciones Unidas, Laurie Phipps, que ahora trabaja como profesora adjunta en la Universidad Fairleigh Dickenson.

Las sospechas de la filtración recaen en Phipps debido a su abierta hostilidad hacia la posición provida desde el comienzo de la administración de Trump. La filtración comenzó tan pronto como la política de Estados Unidos sobre “salud reproductiva” comenzó a cambiar.

En marzo de 2018, dos miembros del personal de la Misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas hablaron de forma anónima con The Independentdonde se quejaron amargamente de que un compañero negociador de Estados Unidos, nombrado políticamente, al parecer había dicho que “Estados Unidos es una nación provida”. Uno de los filtradores anónimos dijo que la declaración fue “chocante”. Laurie Phipps estaba profundamente involucrada como negociadora de EE.UU. en ese momento y se sospecha que es ella quien filtró la información.

Phipps hizo pública su oposición a la postura negociadora provida de Trump en un artículo publicado en Foreign Policyen marzo de este año. El artículo afirma que Phipps estaba “horrorizada” por la posición provida de Estados Unidos y decidió adelantar su retiro, programado para mayo.

Phipps declaró a Foreign Policy:“La Casa Blanca cambió nuestras instrucciones a última hora, informándonos en la mañana del último día que ya no podíamos aceptar el discurso sobre salud sexual y reproductiva que habíamos acordado un mes antes en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Este cambio en nuestra posición dejó a los EE.UU. como si hubiéramos negociado de mala fe”. Dijo que “no podía tolerar la idea de negociar de mala fe”, aunque es probable que simplemente se opusiera a los resultados de las últimas elecciones presidenciales y al cambio resultante en la actitud política.

Phipps también manifestó su postura en el sitio web izquierdista The Guardian, donde en mayo se quejó de la influencia de C-Fam en las negociaciones de la ONU. Dijo: “Cuando entramos en negociaciones, mis instrucciones de Washington estaban tomadas literalmente de C-Fam, y [un negociador de USAID] tenía los mismos puntos de discusión”.

La diferencia entre hablar con la prensa, lo que Phipps ha hecho abiertamente, y filtrar correos electrónicos del Departamento de Estado es probablemente una cuestión de legalidad. Aunque los correos electrónicos están marcados como “no clasificados”, pertenecen al Departamento de Estado y está claro que Phipps no tenía permiso para compartirlos.

Phipps se ha negado a responder a los repetidos intentos de interrogarla sobre el correo electrónico filtrado.