Usurpan reunión de la ONU en Latinoamérica

By Rebecca Oas, Ph.D. y Wendy Wright

NUEVA YORK, 23 de agosto (C-FAM) La cabina telefónica estilo británico denominada «Habla con Dios» apareció en una plaza ubicada en las inmediaciones de una reunión de la ONU en Uruguay. En ella se exhibía un póster que en el que se preguntaba si el embarazo de la Virgen María había sido «deseado». Se animaba a los transeúntes a grabar un mensaje para Dios que denunciara el «fundamentalismo» religioso y que pidiera el aborto legal.

Dentro de la reunión, representantes de naciones latinoamericanas y caribeñas escuchaban discursos de Planned Parenthood y de una sexóloga mientras redactaban prioridades para el próximo conjunto de metas de desarrollo. La cabina telefónica fue instalada por agrupaciones feministas y laicistas con el objeto de influir en la conferencia.

Esta fue la primera de una serie de reuniones en la región tendientes a proponer metas para el programa post 2014. La organización estuvo acargo de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de Población de la ONU y fue auspiciada por el Gobierno de Uruguay, que recientemente legalizó el aborto. Asistieron funcionarios de 38 países, 24 organismos y 260 organizaciones no gubernamentales.

«Los extremistas radicales invadieron» la conferencia, informó el Parliamentary Network for Critical Issues.

Según un observador, Argentina, Ecuador y Uruguay se «apropiaron» del debate. El acostumbrado «código de respeto» en reuniones internacionales se pasó por alto repetidas veces, lo cual motivó que el secretario de la conferencia criticara la «falta de diplomacia» de los asistentes.

El resultado fue el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo. Este documento exige políticas que permitan a las personas ejercer «derechos sexuales» sin discriminación. Dice a los países de América Latina y del Caribe que deben «considerar la posibilidad modificar las leyes» que restringen el aborto y permitir a los adolescentes acceder a la píldora del día después sin intervención de los padres. La legalización disminuirá «el número de abortos», afirma el documento sin presentar prueba alguna.

No obstante, en lo que Argentina denunció como un revés, el consenso reafirmó el derecho soberano de las naciones a aplicar las recomendaciones de conformidad con sus leyes y prioridades.

Este documento «solo podía ser posible en una reunión regional a la que los gobiernos envían feministas radicales en vez de quienes verdaderamente representan a su propia gente», dijo Austin Ruse, presidente de C-FAM. Sus posturas «no tendrían ninguna posibilidad en absoluto de ser aprobadas en la Asamblea General, donde los delegados están cansados de esta clase de agenda radical».

En la reunión de tres días se concedió a una persona dos espacios centrales para hacer uso de la palabra. Carmen Barroso, Directora de Planned Parenthood para el Hemisferio Occidental, dijo en una entrevista que América Latina y el Caribe deberían ser líderes en la promoción de la «ciudadanía sexual». El concepto, que fue introducido a comienzos de la década del noventa, considera la sexualidad en el marco de la ciudadanía desde una perspectiva neomarxista.

Mariela Castro dijo a los presentes que América Latina y el Caribe no pueden progresar en salud sexual y reproductiva si el aborto no es un derecho. La sexóloga e hija del presidente cubano Raúl Castro es miembro del Grupo de Trabajo de Alto Nivel de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. Patrocinó una ley que convierte a Cuba en el primer país de la región en ofrecer cirugías gratuitas de reasignación de sexo para personas transgénero.

El político uruguayo Gerardo Amarilla denunció la discriminación religiosa manifestada en la cabina telefónica y se mofó de los organizadores de la conferencia por destacar a su país como «progresista».

Enumeró los problemas crecientes en Uruguay, entre ellos, la desintegración de la familia, las infecciones de transmisión sexual, la drogadicción, la depresión y el suicidio. «Tal vez seamos “progresistas” y estamos adelantados», dijo, «seguro rumbo al precipicio».