Cómo la ideología de Diversidad, Equidad e Inclusión se Apoderó de la ONU

By Rebecca Oas, Ph.D.

WASHINGTON, D.C. 21 de febrero (C-Fam) A pocos días de la inauguración de Donald Trump, los delegados estadounidenses ante la ONU empezaron a promover la remoción de la ONU, de las políticas de ideología de género y de las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).

Esta fuerte presión de retroceso contra la DEI cayó a muchos por sorpresa, junto con el descubrimiento de que hay una enorme cantidad de temas que deben hacerse retroceder. Aun cuando muchos delegados estaban comenzando a comprender lo que la DEI significa en la práctica, durante años la ideología DEI se había extendido muy ampliamente por toda la burocracia y las agencias de la ONU.

“Impulsada por el reconocimiento institucional y sistémico del racismo,” el Secretario General de la ONU había establecido un grupo de trabajo que produjera un glosario, visión y principios DEI. Según la declaración de su visión. la DEI “tiene por objetivo transformar la fuerza y lugar de trabajo del sistema ONU,” y ha de requerir incorporar estos principios DEI en todo lo que hace nuestra organización, desde la programación hasta las operaciones, dirigido a producir un “cambio transformativo” en las comunidades y sociedades que el sistema sirve.

Aun reconociendo que el desencadenamiento de DEI sobre los gobiernos, la academia, el sector privado y la sociedad civil, así como sobre la propia ONU pudo haber empezado por la cuestión de la discriminación racial, no se habría de detener ahí. Medular al DEI es la partición las identidades individuales en múltiples categorías que se intersectan, que se perciben como potenciales objetivos de opresión. Por todo el sistema ONU, las políticas DEI incluyen explícitamente la orientación sexual y la identidad de género junto con cuestiones de raza, sexo e invalidez.

El glosario de términos DEI, aplicable a todo el sistema ONU, incluye una diversidad de términos etiquetados “Definición relevante en el contexto DEI, no identificados como lenguaje acordado internacionalmente, incluyendo “derechos sexuales”, “salida del clóset”, “cisgénero” y “expresión de género.”

En su sitio DEI de Internet, el Fondo de Población de las Naciones Unidas se jacta de que “el cinco por ciento de su personal se auto-identifica como individuo LGBTQIA+” El FPNU anunció también que permite a sus empleados identificarse en el directorio “mediante una opción de prefijo de tercer género,” convirtiéndose de esa manera en la primera agencia de la ONU que reconoce, de forma precisa y respetuosa, a los colegas no binarios.” El FPNU también enfatiza que su compromiso con el tema DEI va más allá de sus prácticas internas de recursos humanos, haciendo notar que su director públicamente se manifestó contra la criminalización de actos homosexuales que existe en algunos países.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) está comprometida de manera semejante a reclutar personal de diversas orientaciones sexuales e identidades de género según su página DEI en Internet. También estableció un Departamento de Género, Derechos, Equidad e Inclusión (GRE-DEI) que actualmente tiene la tarea de desarrollar una guía de orientación sobre la salud de “personas transgénero y de género diverso”. El desarrollo de guías de orientación ha producido controversia debido a su participación en un grupo cuya metodología científica ha demostrado estar manipulada para producir los resultados que se desean.

El lazo común que vincula la plataforma DEI de la ONU con las diversas iniciativas DEI extendidas por todas sus agencias es que sirve de vehículo para propagar la corriente principal de ideología de género por todo el sistema de la ONU, sin que exista mandato alguno basado en consenso entre los países miembro,  empleando al mismo tiempo una amplia gama de terminología  de carga política que proviene de grupos activistas y de las universidades, no de un consenso negociado ni de definiciones convenidas internacionalmente.

La reciente presión de retroceso por parte de la delegación de los EUA puede conducir a un más amplio desmantelamiento de las políticas DEI por toda la ONU, de manera semejante a lo que está haciendo el Presidente Trump con el gobierno de los Estados Unidos. Por lo menos, ha hecho ver la presencia de programas DEI  por toda la ONU y ha demostrado sus vinculaciones inextricables con las controvertidas cuestiones de ideología de género.

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