Debate entre los países por “ley blanda” de pena de muerte

By Stefano Gennarini, J.D. | November 16, 2018

NUEVA YORK, 16 de noviembre (C-Fam) Un dramático debate acerca de la soberanía nacional estalló en la Asamblea General el jueves a propósito de una resolución propuesta sobre la abolición global de la pena de muerte.

“¿Debiéramos aquí aceptar el intento, por parte de algunos países, de imponer sus puntos de vista al resto del mundo? Si un grupo de países pueden imponer sus puntos de vista, ¿en qué se detendrán?”, preguntó el embajador Burhan Gafoor de Singapur en un apasionado discurso en nombre de 34 países que se oponen a la promoción, por parte de la ONU, de la abolición de la pena de muerte.

Gafoor introdujo una enmienda para reponer un párrafo en la resolución, como fue adoptada en años previos, que reconoce “el derecho soberano de todos los países a desarrollar su propio sistema legal, incluyendo determinar penas legales apropiadas de acuerdo con sus obligaciones internacionales”.

Manifestó su disconformidad con lo que él describió como los modos prepotentes de los países europeos, incluso imputando que “no hubo una verdadera negociación”, dado que ellos no hicieron intentos de ceder en sus posiciones, con miras a incluir el párrafo sobre soberanía de años previos.

“En las últimas tres semanas, los principales propugnadores de la resolución sobre la moratoria acerca de la pena de muerte han movilizado su poderosa maquinaria, su vasta red diplomática, habiendo sido muchos de sus embajadores, tanto en Nueva York como alrededor del mundo, movilizados con el único propósito de derrotar una única oración”, se quejó.

“No entiendo qué es tan objetable en esta única oración… ¿Qué es tan objetable en esta referencia al principio de soberanía, que requiere que la vasta máquina de los poderosos propugnadores de la resolución se movilice para intentar derrotar esta enmienda en particular?”, se preguntó Gafoor con asombro.

“La resolución de moratoria muestra que un grupo de países pueden iniciar una resolución en orden a imponer su punto de vista a otros países que tienen un punto de vista diferente, pese a que este último punto de vista está justificado por la ley internacional”, explicó Gafoor.

Por sobre todo, Gafoor hizo una advertencia contra la acritud que los europeos –que históricamente han estado detrás de esta resolución– introducirían en el sistema de la ONU y sus implicancias para la multilateralidad. Llamó a la enmienda “un pequeño paso adelante para el multilateralismo”. E instó al respeto mutuo.

“Cuando no hay consenso, la solución no puede ser imponer el punto de vista de un grupo de países al resto del mundo, especialmente en asuntos relativos a valores culturales y sociales y a sistemas legales. Estos son asuntos sensibles, y debemos respetar la gran diversidad de posiciones y perspectivas”, explicó.

“¿Por qué están los propugnadores tan entusiastas y tan determinados a configurar el mundo entero a su propia imagen? ¿Por qué?”, preguntó retóricamente.

Varios partidarios de la resolución respondieron a Gafoor desechando sus acotaciones y la enmienda como “innecesarias”.

“Nada en esta resolución compele a un Estado a modificar su sistema criminal. Nada en esta resolución sostiene que la imposición de la pena de muerte es contraria a la ley internacional. La resolución no impone nada”, insistió un delegado de Austria en nombre de la Unión Europea.

Llamó a las preocupaciones de Gafoor “teorías conspirativas”.

El secretario general de la ONU y su personal ya mantienen que la ley internacional requiere a los países que prohíban la pena de muerte, pese a que el tratado de derechos civiles de la ONU admite la posibilidad de que se use la pena de muerte para los crímenes más graves.

La enmienda Singapur fue adoptada por un voto de 96 a favor, 73 en contra y 14 abstenciones. La resolución misma pasó por un voto de 123 a favor, 36 en contra y 30 abstenciones.