El Zar de las Discapacidades de la ONU denuncia la “Eugenesia Liberal” pero promueve el aborto
NUEVA YORK, 24 de abril (C-Fam) Una experta en derechos humanos de la ONU sobre discapacidades criticó “el test prenatal, el aborto selectivo y el diagnóstico genético de preimplantación”en un informe para los estados miembros, pero no llegó a pedir el fin del aborto selectivo de niños con discapacidades.
Even though there may be no coercive eugenic government programs, “in a context of widespread prejudice and discrimination against persons with disabilities, the aggregate effect of many individual choices are likely to produce eugenic outcomes,” the UN Special Rapporteur on the Rights of Persons with Disabilities, Catalina Devandas Aguilar said in her report to the UN Human Rights Council focused on bioethics.
A pesar de que puede no haber programas gubernamentales de eugenesia cohercitiva, “en un contexto de extendidos prejuicios y discrimianción contra personas con discapacidades, el efecto añadido de muchas elecciones individuales son propensas a producir resultados eugenésicos”, dijo la Relatora Especial de los derechos de las personas con discapacidades, Catalina Devandas Aguilar, en su informe para la ONU enfocado en la Bioética.
Específicamente escribiendo sobre pruebas prenatales y aborto selectivo Devandas Aguilar afirma: “existe una preocupación sobre tales prácticas que pueden reforzar y validar socialemente el mensaje de que las personas con discapacidades no deberían haber nacido”.
Overall, Devandas Aguilar calls for a “return to a bioethics informed by human rights.” But she falls short of recognizing the human right to life of children with disabilities in the womb, which international experts say is to be presumed in binding international law.
En general, Devandas Aguilar llama a un “retorno a la Bioética basada en los derechos humanos”- Sin embargo ella no llega a reconocer el derecho humano a la vida de los niños con discapacidades en le vientre de su madre que, según los expertos internacionales, debe presumirse en el derecho internacional vinculante.
Devandas Aguilar se mostró principalemnte consternada por lo que ella denomina la “hegemonia de la discriminación” y el “estigma” social que conllevan las discapacidades.
Ella critica “la discrimininación social y las presiones del mercado” a las que acusa de “hacer imperativo tener el ‘mejor hijo posible’ con las mejores oportuidades posibles en la vida” así como las nuevas teorías que justifican “las mejoras genéticas” y dar a los padres “la opción de aplicar la eutanasia a sus recién nacidos con discapacidades”.
Devandas Aguilar, que es discapacitada, está especialmente atenta a la experiencia subjetiva de las personas con discapacidades.
“Los derechos de la discapacidad obligan a menudo a sentirse forzado a justificar su propia dignidad y existencia”, lo que es un sentimiento compartido por muchas personas con discapacidades a lo largo de sus vidas”, explica.
Mientras critica las leyes que “extienden el marco temporal para un aborto legal o, excepcionalmente, permiten el aborto en presencia de deficiencia fetal” ella simplemente dice que el objetivo del test prenatal y el aborto selectivo “requieren mayor atención”.
Devandas Aguilar se desvió de su línea para afirmar las visiones de expertos de la ONU que dicen que el aborto es un derecho humano.
“ Las soluciones no deben comprometer el derecho de todas las mujeres, incluidas las mujeres con discapacidades, a decidir si quieren o no continuar con un embarazo”, escribe.
“Últimamente, hacer frente a la discriminación ( a través del apoyo social y una mejor educación de las familias) es un modo más efectivo para controlar el aborto selectivo de la discapacidad” supone ella.
Devandas Aguilar es una de las aproximadamente dos docenas de expertos que anualmente informan sobre las cuestiones en torno a los derechos humanos al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Génova. Aunque esos expertos de derechos humanos de la ONU critican sistemáticamente a los países dando sus nombres, Devandas Aguilar parecía temerosa de nombrar países en su informe, incluso en casos atroces.
Ella criticó la “disminución general de la aceptación social y la solidaridad en relación con la diversidad y la diferencia” desde la prueba prenatal y el aborto. Pero no mencionó países como Islandia que han “erradicado” el Síndrome de Down o Dinamarca cuyos políticos se jactan de abortar hasta el 98% de los niños con Síndrome de Down.
Devandas Aguilar condenó el aborto inducido y la esterilización, pero no mencionó el caso ampliamanete denunciado en el Reino Unido en el que un juez ordenó el aborto a una mujer discapacitada.
Y rechazó categóricamente la euthanasia y el suicidio asistido por la sola razón de tener una discapacidad, pero no menciona que en Bélgica esto es ahora un hecho rutinario.
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