Las organizaciones benéficas de ayuda a la infancia instan a la UE a incluir la Salud Sexual y Reproductiva en las medidas para afrontar la amenaza del COVID-19

By Susan Yoshihara, Ph.D. | April 10, 2020

WASHINGTON, 10 de abril (C-Fam). Mientras los ministros de exteriores europeos se reunían esta semana para negociar un programa de ayuda de 17.000 millones de dólares para paliar los peligros del COVID-19, dirigido especialmente a África, seis de las principales organizaciones internacionales de ayuda a la infancia enviaron un comunicado en el que instaban a que se diera “prioridad” a la salud y a los derechos sexuales y reproductivos de los niños como medio para salvar sus vidas.

Friday Fax obtuvo un borrador de este comunicado, que incluía recomendaciones detalladas de las organizaciones. Afirmaba textualmente: “La salud y los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y de las mujeres deben seguir siendo prioritarios, financiados y reconocidos como vitales, junto con los servicios de salud esenciales para la supervivencia y el crecimiento saludable de los niños pequeños”.

El comunicado, cuyo borrador ha sido confirmado como auténtico, fue redactado por una coalición llamada “Joining Forces”. Afirma: “Es fundamental que el personal sanitario esté debidamente capacitado para prestar servicios de salud no discriminatorios (incluida la salud sexual y reproductiva) a los adolescentes y jóvenes”.

Durante la crisis del Ébola, sostiene el comunicado, “el limitado acceso a la información y los servicios de salud sexual y reproductiva (incluidos los anticonceptivos y el aborto seguro) contribuyó al aumento de las tasas de embarazo de adolescentes y al número de muertes maternas e infantiles”. Afirmaba que estas condiciones se repetirían durante la crisis de COVID-19.

En Joining Forces se agrupan la Alianza ChildFund, el Plan Internacional, Save the Children Internacional, Aldeas Infantiles SOS Internacional, la Federación Internacional Terre des Hommes y World Vision Internacional.

Los seis directores generales del grupo se reunieron con miembros de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo en febrero para “asegurarse de que la Unión Europea se pone al día tanto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU como en la Convención sobre los Derechos del Niño”.

El tratado sobre los derechos del niño no menciona la salud y los derechos sexuales y reproductivos ni el aborto, pero el personal de las Naciones Unidas incluye el aborto en la programación de la salud sexual y reproductiva. El comité que supervisa el cumplimiento del tratado de los niños ha instado a las naciones a liberalizar sus leyes sobre el aborto. Si bien la salud sexual y reproductiva se menciona como una meta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las naciones los aceparon solo en los términos previamente acordados, que excluían el aborto, la controvertida “educación sexual integral” de los niños y los “derechos sexuales”.

La organización Save the Children, miembro de Joining Forces, copatrocinó un evento el otoño pasado en el Wilson Center de Washington, durante el cual analizó diferentes formas de explotar las situaciones humanitarias para cambiar las normas sociales, incluidas las relativas a la salud sexual y reproductiva.

Sheryl Watkins,  directora de comunicaciones de World Vision (organización caritativa cristiana de 70 años de antigüedad), respondió en nombre de esta en un correo electrónico: “El comunicado y los anexos que nos mostró Friday Fax eran un borrador. A petición de World Vision, el discurso proaborto fue eliminado. World Vision es provida. Creemos que la vida comienza en la concepción, y World Vision no facilita ni recomienda a las mujeres que aborten, ni que recurran a métodos de control que han demostrado ser abortivos”. Watkins no confirmó al cierre de la edición que “salud y derechos sexuales y reproductivos”, expresión utilizada para incluir el aborto en la programación humanitaria de la Unión Europea, fuese también eliminada de las recomendaciones finales.

“Plan Internacional”, también miembro de Joining Forces además de pertenecer a un consorcio de doce organizaciones de cooperación de primer nivel, envió la pasada semana un comunicado adicional en el que avisaba a los ministros de exteriores europeos que “el mayor acceso a los servicios de información de salud sexual y reproductiva —incluyendo la anticoncepción, el aborto seguro y los medicamentos para el VIH— agravarán aún más los riesgos para la salud y la vida de las niñas y las mujeres”.

El programa de ayuda de la Unión Europea, dotado con 17.000 millones de dólares, reorientará el apoyo presupuestario directo existente, así como los préstamos y garantías del Banco Europeo de Inversiones y del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, según afirma el director de asuntos exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell. Un tercio de la ayuda está destinada a las naciones africanas.