Los EE. UU. trastabillan en el debate sobre el aborto en la ONU y reciben burlas de los europeos

By Stefano Gennarini, J.D. | December 21, 2018

NUEVA YORK, 21 de diciembre (C-Fam) La Unión Europea ha demostrado ser un duro adversario al flanquear el esfuerzo diplomático provida de los EE. UU. en los cuarteles centrales de la ONU durante las semanas recientes, dando una clara señal de que no cederán respecto a incluir políticas abortistas en la ayuda al desarrollo y humanitaria.

Tras varios meses de oposición de los EE. UU. al uso de términos relativos al aborto en las resoluciones de la ONU, los EE. UU. intentaron borrar referencias a la “salud sexual y reproductiva” a través de enmiendas de último minuto a varias resoluciones de la ONU el lunes y el viernes pasado, al tiempo que la Asamblea General terminaba sus labores anuales.

En un esfuerzo por aislar a la delegación de los EE. UU., la maquinaria diplomática de la UE se opuso activamente a los esfuerzos provida de los EE. UU. en embajadas y ministerios alrededor del mundo. Para el lunes, solo un país apoyaba las enmiendas de los EE. UU. en la Asamblea General.

Un delegado de los Países Bajos, una delegación líder de la causa proaborto, se rió entre dientes mientras interrumpía la votación en la Asamblea General para burlarse de los esfuerzos provida de los EE. UU.

“Estamos solo un poco confundidos por lo que está ocurriendo aquí, pero continuemos votando”, bromeó, apuntando a la pantalla de votación que mostraba que los EE. UU. habían perdido todo apoyo.

La ventaja diplomática de los europeos era apabullante. Se rehusaron a siquiera contemplar una modesta propuesta de los EE. UU. de restringir la “salud sexual y reproductiva” en la resolución sobre cooperación humanitaria, un area en la que los EE. UU. son el mayor donante individual de ayuda global.

Los EE. UU. pidieron calificar el controvertido término con la frase “que no incluye el aborto como un método de planificación familiar” para impedir a las agencias de la ONU incluir el aborto como un servicio dentro de la salud reproductiva.

Algunos diplomáticos de la Unión Europea rechazaron de entrada la enmienda de los EE. UU., jactándose de ser los mayores donantes colectivos a las operaciones humanitarias y acusando a los EE. UU. de poner en peligro la salud de las mujeres y socavar sus derechos fundamentales. Conviene notar que los EE. UU. son el mayor donante nacional individual en ayuda humanitaria.

El fracaso de la delegación de los EE. UU. en obtener más amplio apoyo de Estados miembros no se debió únicamente a los esfuerzos europeos por aislar a los EE. UU., sino que también fue resultado de la incapacidad de los EE. UU. de comunicar una estrategia consistente y de demostrar, a países de ideas semejantes, que tenían la misma voluntad política para oponerse demostrada por los europeos.

Cuando las mismas resoluciones fueron tentativamente acordadas por el tercer comité de la Asamblea General apenas tres semanas atrás, más de cuarenta delegaciones apoyaron las propuestas provida de los EE. UU. Y más de setenta apoyaron la simple eliminación de la expresión “salud sexual y reproductiva” en una instancia. Pero ninguna de esas delegaciones apoyó las enmiendas de los EE. UU. en la Asamblea General plenaria.

Un delegado sugirió que los EE. UU. habían sido su propio peor enemigo. Ninguna delegación estaba preparada para apoyar a los EE. UU. porque los EE. UU. nunca pidieron apoyo.

“Los EE. UU. no hicieron ningún intento de contactar a las capitales” en momento alguno, explicó, y las delegaciones en Nueva York fueron “cogidas de improviso” cada vez que los EE. UU. proponían alguna enmienda.

Adicionalmente, los EE. UU. nunca convocaron a votar una resolución relativa a preocupaciones provida. Esto dio la apariencia de que los EE. UU. estaban meramente politizando los procesos de la ONU con el fin de apaciguar a votantes provida, más que persiguiendo de buena fe prioridades en política exterior.

Pero lo que más responsabilidad tuvo en la pérdida de apoyo, según este delegado, fue un intento anterior de los EE. UU. de dividir a los países islámicos para impulsar lenguaje sobre “orientación sexual e identidad de género” en una resolución.

“Pidieron el apoyo de las delegaciones en una resolución y en la resolución inmediatamente siguiente trataron de disolver la Organización de Cooperación Islámica, que constituye la mayoría de sus partidarios respecto de la salud sexual y reproductiva”, dijo.

Algunos delegados dijeron que, hasta que los EE. UU. demuestren una voluntad política equivalente a la de los europeos y una disposición a trabajar en un espíritu colaborativo y diplomático con los países que simpatizan con su posición provida, los EE. UU. no tendrán éxito en hacer retroceder los avances de los abortistas.