Los expertos condenan la Gestación Subrogada por considerarla perjudicial para los niños y abusiva para las mujeres

By Rebecca Oas, Ph.D. | March 26, 2021

WASHINGTON, D.C., 26 de marzo (C-Fam) El estado de Nueva York adoptó discretamente unas medidas para legalizar la gestación subrogada comercial, lo que suscitó las objeciones de los grupos que defienden los derechos de la mujer y luchan contra la trata de personas.  Mientras tanto, el parlamento ruso está tratando de restringir su propia industria de vientres de alquiler, que está en pleno auge.  En un reciente seminario weborganizado por C-Fam, expertos en gestación subrogada internacional manifestaron su preocupación por los daños que causa tanto a las mujeres como a los niños, y situaron el debate actual en el contexto de la normativa internacional sobre derechos humanos.

La maternidad subrogada es una industria mundial que mueve miles de millones de dólares, y aunque algunos países la autorizan explícitamente con fines comerciales, su estatus jurídico en otras naciones es ambiguo o sufre un vacío legal.

Según Daniela Bandelli, becaria Marie Curie y experta en el tema, recurren a la gestación subrogada  las parejas y personas que desean tener hijos y están dispuestas a pagar un coste considerable para tenerlos, y las mujeres necesitadas de dinero.  “Es una actividad bastante arriesgada”, dice la Sra. Bandelli, “tanto para la madre, que corre mayor riesgo de sufrir complicaciones en el embarazo y en el parto que las mujeres que conciben de forma natural, como para el niño, que se ve privado del contacto físico, incluida la lactancia, con esa persona a la que solemos llamar madre”.  Para la Sra. Bandelli, la pregunta clave es “¿son las mujeres conscientes de todos los riesgos a los que se enfrentan al participar en la industria de los vientres de alquiler?”

Jennifer Lahl, presidenta del Centro de Bioética y Cultura, es partidaria de abolir la gestación subrogada, y ha realizado varios documentales que ponen de manifiesto los abusos producidos en la industria de la fertilidad.  Contrastó las posturas de quienes, como ella, creen que no hay forma de que la gestación subrogada se practique de forma segura y ética, y de quienes defienden que la gestación subrogada esté legalizada y regulada.

Lahl habló de los daños sufridos por las madres de alquiler en Estados Unidos, tres de las cuales murieron por complicaciones derivadas del proceso.  “No queremos olvidar nunca que hay seres humanos reales detrás de lo que puede parecer una conversación filosófica sobre cómo ayudar a la gente a formar familias”.

Si tales tragedias ocurren en Estados Unidos, país comparativamente rico, la situación de los vientres de alquiler en el mundo en desarrollo es aún más preocupante.  Emmanuele di Leo, presidente de la Fundación Steadfast, ha investigado la creciente industria de la “reproducción por encargo” que existe en Nigeria, donde se recluta a mujeres jóvenes y niñas —por los mismos métodos que se utilizan para reclutar mujeres para la prostitución— en pueblos pobres, y se las aloja en “fábricas de bebés”.

En todos estos casos, la demanda de vientres de alquiler suele originarse en el extranjero, y los acuerdos se realizan a través de agencias privadas especializadas.  Aunque algunas organizaciones internacionales, incluido el Parlamento Europeo, se han pronunciado en contra de esta práctica, la mayoría han permanecido en silencio o, en el caso de un número creciente de expertos de la ONU, parecen estar a favor de adoptar un enfoque más liberal.

Un documento adjunto presentado conjuntamente por C-Fam, Steadfast y el proyecto WoMoGeS, de la Sra. Bandelli, señala que cualquier defensa de la gestación subrogada requeriría socavar el derecho del niño a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos, tal y como se consagra en la Convención sobre los Derechos del Niño.  El Director de Estudios Jurídicos de C-Fam, Stefano Gennarini, argumentó que esto viola las normas establecidas para interpretar las obligaciones derivadas del ejercicio de los derechos humanos.

“Como sabe cualquier jurista experto en derechos humanos, estos derechos deben interpretarse de la forma más amplia posible, y deben restringirse lo menos posible”.