Los gays y las feministas se organizan para demandar al Departamento de Estado por la Comisión de los Derechos Humanos.

By Austin Ruse | March 27, 2020

Profesor Glendon y Secretario Pompeo anunciando la Comisión de los EE.UU. para los Derechos Inalienables.   

NEW YORK, 27 de marzo (C-Fam) Una demanda reciente iniciada por los grupos de presión LGTB y feministas denuncia que la Comisión del Departamento de Estado de los EE.UU. sobre los Derechos Inalienables fue creada violando las líneas federales y debe ser disuelta. 

Para dotar de contenido la demanda, Kerry Kennedy del Centro Robert F. Kennedy por la Justicia y los Derechos Humanos dijo: “El trabajo discriminatorio de la Comisión para los Derechos Inalienables debe ser detenida rápidamente. Si no se hace nada nos arriesgamos a la destrucción de décadas de progreso en favor del movimiento de los derechos humanos y al envalentonamiento de regímenes opresores por todas partes”.

Mark Bromley, jefe del Consejo para la Igualdad Global, dijo: “El secretario Pompeo argumenta a menudo que la moderna proliferación de reclamaciones de derechos humanos degrada el valor de los derechos humanospero es esta Comisión ilegal, con su uso deformado de la libertad religiosa y la ley natural para denegar derechos, la que denigra la auténtica noción de libertad religiosa y la orgullosa tradición de nuestro país de levantarnos a favor de los derechos de aquellos más vulnerables”.

Mientras la oficina del secretario Pompeo dijo desde el principio que la comisión no trataría sobre el aborto y el LGTB, los grupos homosexuales y las organizaciones feministas están insistiendo en ser ellos la pieza central del trabajo de la comisión.

La indignación de los grupos de derechos homosexuales se debe a la Comisión para los Derechos Inalienables, creada el julio pasado para examinar los auténticos derechos humanos y cómo es mejor avanzar en ellos, y es un aspecto del foco sesgado sobre los asuntos de derechos sexuales.

El movimiento homosexual organizado ha llegado a atrincherarse profundamente en el Departamento de Estado , según fuentes de altas instancias del departamento, es tal que apenas tiene efectos en cualquier reunión en el Departamento de Estado, que es conducida sin consideración hacia cómo el asunto influye en la orientación sexual y en la identidad de género. Las críticas señalan que la descomunal atención prestada a los asuntos homosexuales en el Departamento de Estado es ampliamente desproporcionada con respecto al porcentaje real de americanos que se sienten  atraídos por su mismo sexo.

La queja del jefe consiste en que la comisión se centra solo en la definición de lo que es y no es un derecho humano. La controversia está incrustada en el título de la Comisión y es referencia para los derechos “inalienables”. Por una parte los documentos internacionales tienden a favorecer lo que muchos consideran como derechos fundamentales en contra de lo que el Jefe de la Comisión, el profesor de Derecho de Harvard Mary Ann Glendon, refirió una vez como “charla de derechos”, la insistencia sobre la noción siempre extendida de derechos.

En una entrevista radiofónica de hace un año, el secretario de Estado Mike Pompeo se preocupaba por las crecientes definiciones de derechos humanos  que inevitablemente hieren los derechos humanos fundamentales. Los derechos humanos fundamentales pueden encontrarse en los documentos fundacionales de la ONU e incluyen libertad de religión, libertad de autodeterminación, libertad de prensa y otros derechos que están fácilmente reconocidos a lo largo de todo el mundo.

En los últimos años, miembros de la izquierda sexual, incluidos aquellos del Departamento de Estado, han intentado crear derechos humanos internacionalmente reconocidos como el aborto y la inclinación sexual hacia el mismo sexo. Durante la administración Obama el asunto homosexual se situó dentro de la Oficina de Libertad Religiosa. Las quejas basadas en la orientación sexual y la identidad de género llegaron a ser parte del Informe Anual del Departamento de Estado sobre derechos humanos. El tema del aborto, bajo el pretexto de “derechos reproductivos”, fue también incluido en el informe de la Era Obama. Las críticas se preguntaban qué tenían que ver la homosexualidad y el aborto con la libertad religiosa. Bajo la administración Trump, ambos asuntos fueron eliminados del informe anual.