Naciones Unidas involucrada en el cambio de la ley neoyorquina pro aborto

By Austin Ruse | February 15, 2019

NUEVA YORK, 15 de febrero (C-Fam) Difícilmente alguien pudo notar que Naciones Unidas, o al menos, una parte, estuvo involucrada en la polémica ley del Estado del Nueva York que estructuró las decisiones de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos imponiendo el aborto a pedido, incluso justo antes del nacimiento.

Melissa Upreti, quien es “titular de mandato especial” asociada al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, testificó en septiembre pasado en el Comité para la Mujer del Consejo de la Ciudad de Nueva York, declarando ante los consejales que legislaciones internacionales exigen el aborto a discreción, incluso justo antes del nacimiento.

Upreti recordó a los concejales de la ciudad de Nueva York que el “Grupo de Trabajo de la ONU sobre la discriminación contra la mujer en la ley y en la práctica” envió una carta a los Estados Unidos “instando a la aprobación de la Ley de Salud Reproductiva”.

Específicamente, Upreti dijo al Comité que partes del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, por sus siglas en inglés) requieren del más amplio margen de acción posible por parte de las mujeres para así ser capaces de asesinar a su propio hijo por nacer o al menos disponer de alguien más que haga eso por ellas. El ICCPR es uno de los dos tratados de implementación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y ha sido ratificado por los Estados Unidos.

Upreti argumentó de que el hecho de criminalizar al aborto constituye una discriminación en base al género, y por lo tanto, viola el tratado. Adicional a esto, ella afirma que el artículo “derecho a la vida” en el tratado incluye el derecho al aborto.

Continuó afirmando que ciertos “mecanismos de derechos humanos”, por los cuales se refiere a los comités de la ONU, “han pasado a requerir la despenalización como una obligación inmediata” y el no hacerlo podría “equivaler a un trato cruel, inhumano o degradante”. Estas categorías caen en “crímenes contra la humanidad”, afirmó.

Sin embargo, los reclamos de Upreti no están respaldados por los documentos que cita. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos no menciona el aborto; ni tampoco habla sobre “salud reproductiva”, el término que se utiliza para promover el derecho al aborto.

Los estados miembros del tratado nunca han acordado que el “derecho a la vida” incluya el derecho al aborto. Esa idea fue promovida por un comité de expertos en su mayoría partidarios del aborto encargados de monitorear la implementación del tratado. En los últimos años se han comprometido a reescribir el tratado.

Otro aspecto del testimonio de Upreti es revelador. Upreti elogió los esfuerzos para abortar no sólo “despenalizado” sino también “desmedicalizado”, de manera que personal no médico pueda realizar abortos y que las mujeres que buscan abortos puedan proceder sin un diagnóstico médico, sin ultrasonido, sin atención de seguimiento, incluso sin medicamentos, que se han convertido en estándar en la práctica médica. Esto es lo que desde 2012 solicitó la Organización Mundial de la Salud para su Guía Técnica sobre el aborto.

Conservadores pro-vida estadounidenses celebraron que la Administración Trump ampliara la llamada Mexico City Policy. La cual bloquea el financiamiento estadounidense de agrupaciones en el exterior que realizan abortos o que lo promueven. Estos mismos líderes pro-vida parecen obviar el hecho de que promover el aborto es parte del quehacer cotidiano de la ONU.  Nadie del gobierno, incluidos los consejos municipales, es demasiado pequeño como para no ser presionado por los “expertos” de la ONU.

Incluso actualmente, estados miembros de la ONU están negociando un nuevo tratado que podría llamar a las leyes de protección contra el aborto “crímenes de lesa humanidad”, como sugirió Upreti al Consejo de la Ciudad de Nueva York en septiembre pasado.

La ley de Nueva York fue aprobada por la Legislatura del Estado y firmada en ley por el Gobernador Andrew Cuomo. Leyes similares han sido propuestas en otros estados. Es probable que los organismos de la ONU estén interviniendo también allí.