Informe de la ONU: Criminalizar la crítica a la teoría de género

By Austin Ruse | October 6, 2021

NUEVA YORK, 1 de octubre (C-Fam)  Un nuevo informe que el Secretario General acaba de transmitir a la Asamblea General de la ONU pide sanciones penales contra cualquiera que critique la teoría de género, la orientación sexual, la identidad de género e incluso la educación sexual.

El informe de septiembre, elaborado por el experto independiente Victor Madrigal-Borloz, que trabaja bajo los auspicios del Consejo de Derechos Humanos, sostiene que hay una “reacción” sustancial contra los avances en materia de derechos humanos logrados por los homosexuales, transgénero, y que esta reacción amenaza y ejerce violencia contra estas personas.

Madrigal-Borloz señala que esta reacción proviene de un “fuerte increment de los líderes políticos ultraconservadores y grupos religiosos que utilizan sus plataformas para promover la intolerancia, deshumanizar a las personas… y fomentar el estigma y la intolerancia entre sus electores.”

Madrigal-Borloz cita un informe que afirma que los grupos “anti-género” de Estados Unidos recaudaron $6.2 mil millones entre 2008 y 2013 y que estos grupos canalizaron $1 mil millones en todo el mundo para luchar contra el aumento de los derechos LGBT. El informe es del Proyecto Filantrópico, una coalición de fundaciones de izquierda dos de las cuales – Ford Foundation y Arcus Foundation – tienen un total de $14.7 mil millones bajo gestión financiera. El principal grupo “anti-género” citado en su informe es la Organización Internacional para el Matrimonio, que solo recaudó $247,000 en 2019.

Uno de los pocos grupos que Madrigal-Borloz menciona por su nombre es la Iglesia Católica. Madrigal-Borloz dice, “la doctrina de la Santa Sede de la complementariedad… sostiene que las mujeres no son iguales, sino que tienen funciones sociales complementarias…” Madrigal-Borloz argumenta que la comprensión de la familia por parte de la Iglesia Católica es una violación de las leyes de derechos humanos existentes.

Madrigal-Borloz afirma que tales puntos de vista “crean un riesgo significativo para la promoción de los derechos de las mujeres y pueden fomentar la violencia y la discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género.” Cita los esfuerzos en los Estados Unidos para asegurar que los niños confundidos por el género no jueguen en el deporte femenino.

El informe se refiere a estas creencias como “narrativas excluyentes” que equivalen a discursos de odio e incluso violencia. Tales narrativas “explotan preconceptos, estigmas y prejuicios para crear un ambiente de pánico y preocupación moral y crea el riesgo de perpetuar la violencia y la discriminación.”

Madrigal-Borloz llama a los Estados Miembros de la ONU a “realizar acciones decisivas y concertadas para contrarrestar las prácticas de exclusión que amenazan con socavar los marcos internacionales, regionales y nacionales de derechos humanos y de género…” Especialmente, dice que “las prácticas de exclusión no están en conformidad con las normas internacionales de derechos humanos y deben ser tratadas en consecuencia incluyéndolos en el marco jurídico para la incitación al odio y los delitos motivados por el odio.”

El año pasado, Madrigal-Borloz publicó un informe pidiendo la criminalización de la terapia de conversión para las atracciones y comportamientos no deseados del mismo sexo. En ese informe, Madrigal se refirió a los psiquiatras que ofrecían tal ayuda como “perpetradores.”

Cabe señalar que la Asamblea General de las Naciones Unidas nunca ha reconocido el “género” como una construcción social. De hecho, los Estatutos de Roma de la Corte Penal Internacional, un tratado de 1998, definieron el “género” como hombres y mujeres.

La Asamblea General nunca ha reconocido la “orientación sexual e identidad de género” como una categoría de no discriminación. El derecho internacional tampoco reconoce el concepto de “transgénero.”

El informe de Madrigal-Borloz es un documento ambicioso que no tiene fuerza de ley, pero que sin duda será utilizado por otros actores de la ONU para promover estas ideas. También puede ser utilizado por los gobiernos nacionales para hacer illegal, incluso para criticar, la ideología de género.